Siguiendo con la revisión y reformulación de sus grandes éxitos del siglo XX, la compañía Disney ha puesto sus ojos sobre uno de sus clásicos menos convencionales, Mary Poppins (Robert Stevenson, 1964), la comedia musical sobre una niñera hechicera que significó la consagración cinematográfica de Julie Andrews y Dick Van Dicke.

La película original estaba basada en una serie de ocho novelas infantiles escritas por la australiana Pamela Lyndon Travers, pero esta nueva versión, al parecer, ni será una mera remake, ni continuará la saga de las novelas originales, sino que se tratará de una nueva historia, situada 20 años después de las acciones de la primera película. La nueva Mary Poppins también tendrá el formato de musical y será dirigida por Rob Marshall, quien ya se destacó en este género con la premiada Chicago (2002).

Las canciones serán compuestas por Marc Shaiman y Scott Wittman, responsables de los temas de Hairspray y Smash, quienes tendrán la compleja tarea de generar melodías y letras tan memorables como “A Spoonful of Sugar” o la impronunciable (al principio, al menos) “Supercalifragilisticexpialidocious”.

El gran misterio es a quién elegirá la compañía Disney para interpretar un papel que para el mundo tiene el rostro y la voz de Andrews; se han manejado nombres que van de lo simpático (Anne Hathaway), a lo diverso (Kerry Washington) y a lo ridículo (Lady Gaga), pero parece que la opción más sensata y posible es la de Emily Blunt, quien ya trabajó con Marshall en la película Into the Woods, estrenada en 2014.