Peleando para que la realidad no supere la ficción, la novela El cártel, de Don Winslow, se inspira en las peripecias del narco Joaquín Chapo Guzmán. El libro, que ganó el premio RBA de novela negra, fue publicado en junio en Estados Unidos, y poco tiempo después el cineasta británico Ridley Scott anunció su intención de llevarlo a la pantalla, después de que la compañía Fox adquiriera los derechos. Winslow es conocido en el género por su anterior El poder del perro (2005), un éxito editorial que se convirtió en la precuela de El cártel, dado que ambas diseccionan el mundo infernal del narcotráfico mexicano.

El jurado que otorgó el galardón (formado por Paco Camarasa, Antonio Lozano, Manuel Martos, Soledad Puértolas y Lorenzo Silva) se mostró fascinado y convencido por “la potencia, la violencia y la valentía” de esta obra protagonizada de nuevo por Adán Barreda -al igual que El poder del perro-, un álter ego del célebre Chapo Guzmán, y el agente de la DEA Art Keller, siguiendo, si se quiere, la misma lógica que la exitosa serie Narcos (producida por Netflix).

Siguiendo el camino de su libro de 2005, que continuó en Salvajes, Winslow vuelve a retratar una guerra contra las drogas marcada por una realidad implacable: el narco sobrevive por el tamaño y la rentabilidad del mercado al que abastece, y en especial por la porción de éste que corresponde a Estados Unidos (por ende, con una porción similar de la responsabilidad por la existencia del tráfico ilegal). “Nos gastamos billones de dólares en mantener la droga lejos y millones en comprarla. Los estadounidenses leemos titulares como ‘43 personas asesinadas’ y pensamos ‘¡Oh, qué espantoso!’ pero no sabemos qué hay detrás”, sentenció Winslow al recibir el premio. “Dudé bastante antes de volver a este mundo, porque El poder del perro me costó cinco años de mi vida. Pero viendo cómo se desarrollaban las cosas en México, sentí el deber de dar una explicación por medio de la ficción”, explicó.