El disco L.A.M.F. (acrónimo de like a motherfucker), editado por The Heartbreakers en 1977, es uno de los grandes clásicos del punk rock estadounidense, aunque no muchos se hayan dado cuenta en su momento. Único disco en estudio de la banda formada por dos ex New York Dolls, Johnny Thunders y Jerry Nolan, junto al bajista Walter Lure (que reemplazaba al legendario Richard Hell) y el baterista Billy Rath, L.A.M.F. fue en su momento un debut muy esperado gracias a la calidad de las canciones que la banda había presentado en sus enérgicos shows. Sin embargo, pasó completamente inadvertido, en parte debido a la conducta caótica de los integrantes del grupo, pero sobre todo a causa de la pobre mezcla de sonido, agravada por una fabricación defectuosa del vinilo, que hizo que se lo considerara durante mucho tiempo inescuchable. En los años 90, tras la muerte de Thunders y Nolan, se editaron nuevas mezclas y masterizados que le hicieron justicia sonora al disco, y desde entonces se lo considera una obra ineludible.
Casi 40 años después de su edición, L.A.M.F. volverá a ser interpretado en vivo el mes que viene en el Webster Hall de Nueva York, con el fin de recaudar fondos para el tratamiento médico de Stephen Saban, un periodista de la generación punk de la Nueva York de los años 70, muy estimado por su ácido sentido del humor. Saban tiene cáncer y su hija inició una campaña en la red para conseguir con qué pagar los costos de su atención médica. La principal respuesta vino del ambiente musical, donde varios veteranos esenciales de aquella escena decidieron reunirse para recrear el disco y conseguir dinero para Saban.
Con la mitad de los Heartbreakers muertos, la banda reunida para el show es una fantástica combinación de tres generaciones distintas del punk rock yanqui, ya que está formada por Wayne Kramer (MC5), Tommy Stintson (The Replacements, Guns‘N’Roses), Clem Burke (Blondie, The Ramones) y Walter Lure, el único representante de la banda que grabó originalmente L.A.M.F.
Al enterarse de esta extraordinaria movida, el beneficiario Stephen Saban declaró: “Es tan extraño... Ni siquiera sabía que le caía bien a alguien”.