Vázquez aseguró que había una “asonada” organizada para ayer en el estadio Centenario, con la colaboración de barras bravas de equipos argentinos. “Los cabecillas que planearon esto fueron detenidos. Fue abortada esa situación”, agregó el presidente.

La responsabilidad por la violencia en el fútbol “es de todos”, aseguró Vázquez, pero también culpó a los dirigentes de los equipos de fútbol por “la aparición de los violentos”: “Les daban entradas gratis y les permitían juntarse en la sede”, dijo, entre otras cosas. “Los violentos se sienten impunes porque los dirigentes del fútbol no pueden con ellos”, agregó.

Vázquez dijo que espera que la Justicia “aplique la ley en su máximo nivel de castigo” y que el gobierno “tiene que actuar” por intermedio del Ministerio del Interior: “Hay que reprimir cuando hay que reprimir”. Más adelante, agregó: “No estoy hablando de gatillo fácil, pero a veces la Policía tiene que hablar con energía. De aquí en más se terminó la situación que estamos viviendo”, concluyó, refiriéndose a la violencia en el fútbol.