Este libro, editado cuando falta poco para que se cumplan 100 años del nacimiento del general Liber Seregni, recoge y decanta trabajos realizados durante muchos años. Sus autores, Gerardo Caetano y Salvador Neves, habían publicado en 2012 Seregni, la unidad de las izquierdas, un volumen mucho más breve que este pero de grandes méritos, y Caetano, además de haber conocido a fondo la trayectoria de Seregni por su trabajo como historiador, politólogo y comentarista de actualidad, está desde hace más de una década a cargo del proyecto Colección Liber Seregni, con tres volúmenes lanzados en 2004, 2005 y 2009, y cuya finalización se replanteó en el marco de las celebraciones de este centenario. Todo eso se nota en las 439 páginas de Seregni. Un artiguista del siglo XXI y sus 1.268 notas al pie, que configuran una obra cercana a lo definitivo, por lo menos en el marco de este período todavía cercano a la muerte del general en 2004.
No se trata solamente de una biografía. Para empezar, porque son dos libros en uno: tres cuartas partes del trabajo recorren en secuencia cronológica la trayectoria de Seregni, y el resto desarrolla “claves interpretativas”, con siete capítulos que analizan los hechos relatados y plantean reflexiones. Pero además -y en esto radica parte de la dificultad de escribir sobre semejante figura-, la vida del general estuvo profundamente relacionada con procesos muy relevantes de la historia uruguaya del siglo XX, que deben comprenderse y exponerse para contarla. Por ejemplo, las relaciones del Ejército con la política nacional e internacional, la trabajosa unificación de la izquierda y los avatares del Frente Amplio (FA) -desde su fundación hasta la víspera de su llegada al gobierno nacional-, la gestación de la última dictadura, la salida de esta, las secuelas que esa salida dejó, los vaivenes de las relaciones interpartidarias durante décadas... Lo notable es que Un artiguista del siglo XXI supera esos múltiples desafíos (aunque tenga algunas erratas menores pero fastidiosas).
Se trata, por lo tanto, de un libro muy útil para acercarse a entender cómo llegamos al Uruguay actual, pero por eso mismo no es una obra fácil de digerir en el Uruguay actual. Porque sin necesidad de sobrepasar el máximo de 140 caracteres de un tuit se puede escribir “Somos una fuerza pacífica y pacificadora”, “Al final del camino, una luz puntual nos espera”, “Fuimos, somos y seremos una fuerza constructora”, “Decir lo que se piensa y hacer lo que se dice” o alguna otra cita luminosa de las muchas que Seregni nos legó, y quedarnos muy reconfortados, pero revisar los intrincados caminos de la historia no es lo mismo. Y si bien parece claro que el general se merece un monumento, erigirlo es una cosa, y escribir en serio sobre él es otra. Quienes busquen relatos para niños, con héroes muy buenos y villanos muy malos, sobre las causas de la politización del Ejército y el camino que condujo al golpe de Estado de 1973, las circunstancias del acuerdo del Club Naval, las discusiones políticas sobre cómo encarar la cuestión del terrorismo de Estado, la ruptura del FA en 1988-1989, la reforma constitucional de 1996 o la renuncia de Seregni a la presidencia frenteamplista deberían leer algún otro libro, o ninguno.
Un artiguista del siglo XXI no sirve para que uno reafirme sus convicciones previas. Sirve para pensar, entre otras cosas, qué nos dice Seregni hoy, qué queda de su concepción de la actividad política, qué pasó con aquel FA marcado por su impronta en el que, como resumen muy bien Caetano y Neves en las páginas 320 y 321, hubo mirada estratégica, apuesta a construir una nueva cultura política, articulación de coalición y movimiento, peso de los dirigentes pero también despersonalización, diversidad ideológica pero unidad programática y política, aceitada administración de los conflictos y una cercanía con las organizaciones sociales que no comprometía las necesarias autonomías. Un FA que, como Seregni dijo alguna vez, era inaceptable convertir en “una cooperativa de votos sin sustancia política”.
Seregni. Un artiguista del siglo XXI
De Gerardo Caetano y Salvador Neves. Banda Oriental, 2016. 439 páginas.