“¡Qué abrumador entender que Borges no reafirma la realidad del universo, sino que la demuele, la destruye sistemáticamente hasta que ya no quedan asideros ni tranquilidad posible! Qué desolador ver cómo una imagen del mundo inventada, impuesta desde afuera, se convierte en la creencia de todos”, admitía hace unos años el escritor mexicano Alberto Chimal. Con el propósito de continuar sus demoliciones y reanimar nuevas experiencias de lectura, este viernes y sábado se realizará el encuentro internacional Borges, una geografía imaginaria. Con sede en Fray Bentos, convocará a expositores de Uruguay, Argentina, Brasil y Estados Unidos, y abordará la obra del argentino desde diversas disciplinas artísticas, como la música (mañana Héctor Numa Moraes estrenará tres canciones sobre poemas de Borges), el teatro y una exposición de ilustraciones y caricaturas sobre el universo borgiano, en la que participarán referentes como Domingo Ferreira, otros consagrados como Alejandro Rodríguez Juele, y extranjeros de la talla de Guillo Bestías (Chile) u Omar Zevallos (Perú).

Pablo Silva Olazábal, periodista, escritor y coordinador del encuentro, recordó a la diaria que Borges, de niño, solía pasar sus vacaciones en Fray Bentos, y que con el tiempo incluyó a esa ciudad en algunos de sus cuentos emblemáticos, como “Funes, el memorioso”, “El Aleph”, y “un cuento menos conocido de Bustos Domecq [el seudónimo que él y Adolfo Bioy Casares usaron para escribir juntos relatos policiales], 'En búsqueda del Absoluto'”, un cuento que “da otra vuelta de tuerca -muy distinta a la de 'Pierre Menard, autor del Quijote'- al tema de la relación del autor y el lector con el texto”, precisó. Como en 2016 se cumplen 30 años de la muerte del gran escritor, y “la mayoría de los fraybentinos desconocía la relación del argentino con la ciudad, pensé -dijo Silva Olazábal- que, ya que soy de allí, era una buena oportunidad para debatir y difundir su obra”. Así, y con el apoyo de la Dirección de Cultura de la Intendencia de Río Negro, Radio Uruguay y el Ministerio de Educación y Cultura, se comenzó a gestar lo que ocurrirá en esta reunión internacional.

Consultado sobre la propuesta, el coordinador respondió que se replicará el esquema de la Movida Onetti organizada en 2004 en Colonia, que combinó disertaciones y abordajes desde diferentes disciplinas. En cuanto a los contenidos temáticos, adelantó que se presentará un abanico muy amplio: en lo musical, se hablará de su relación con la milonga y también se intentará deslindar su choque con el tipo de tango-canción que consideraba sensiblero y artificioso. La académica Lisa Block de Behar hablará de la geografía literaria como espacio virtual de memoria; Daniel Balderston, especialista en la obra borgiana -es director del Borges Center de la Universidad de Pittsburgh y editor de la revista Variaciones Borges-, se dedicará a su poco conocida faceta de dibujante; y Álvaro Ahunchain contará su experiencia dirigiendo la obra La memoria de Borges (2008). Otros comentarán la visión que de Borges tuvo Mario Benedetti, analizarán su relación con tres escritores de Rio Grande do Sul, expondrán sobre su labor como guionista de cine, informarán sobre el juicio a Pablo Katchadjian por su libro El Aleph engordado, que ayer le valió ser procesado por “defraudación de la propiedad intelectual”, y revisarán cruces entre Borges y Joaquín Torres García, la génesis de su poesía o su relación histórica con Fray Bentos: de hecho, una ponencia se titula “Repercusiones inesperadas de la búsqueda del Absoluto (o el día que Honorio Bustos Domecq llegó a Fray Bentos)”.

La larga lista de invitados incluye, además de los ya mencionados, a los argentinos Eduardo Rinesi, Susana Santos y Julio Schvartzman, y a los uruguayos Roberto Appratto, Gerardo Ciancio, Verónica D'Auria y Andrés Echevarría. “Con este plantel, hasta el propio Borges volvería a vacacionar en Fray Bentos”, afirma Silva Olazábal. En cuanto al sitial del homenajeado, sostiene que el impacto de la obra de Borges no ha dejado de crecer, y en los últimos tiempos el escritor fue mencionado en tres novelas uruguayas: Vida del cuervo blanco, de Carlos Liscano, Todo termina aquí, de Gustavo Espinosa, y Pensión de animales, del propio Silva Olazábal.