Este año comenzó con la noticia de que Roberto Bolaño, el autor fetiche de la editorial Anagrama, se alejaba de esa marca de su gran amigo Jorge Herralde y, por iniciativa de su viuda, Carolina López, toda su obra pasaba a Alfaguara, el sello de Random House que, a partir de setiembre, comenzó a reeditar todos sus títulos, incluidos dos trabajos inéditos: la novela El espíritu de la ciencia-ficción, presentada en la actual Feria del Libro de Guadalajara, y un libro de cuentos. En Montevideo ya está en circulación esa novela inédita, y de a poco se comenzarán a ver los 21 títulos del chileno, entre ellos obras memorables como Los detectives salvajes (1998), 2666 (2004) y Estrella distante (1996). Este fin de semana, mientras su viuda y su amigo íntimo chileno, el crítico literario Ignacio Echevarría, parecen no querer aflojar nunca con su enfrentamiento mediático, las librerías españolas recibieron un aviso de la distribuidora Les Punxes, que las instaba a devolver antes del 31 de diciembre las ediciones de Bolaño por Anagrama que tuvieran en depósito, aclarando que los títulos con esas características que ya hubieran comprado a la distribuidora podían ser vendidos al público “hasta acabar existencias”.