El estado brasileño de Río Grande do Sul, fronterizo con Uruguay, se declaró hoy en situación de “calamidad financiera”.

Esta declaración fue realizada por el Diario Oficial, un día después de que se anunciara un paquete de recorte de gastos para enfrentar la crisis por la que atraviesa Brasil, recoge la agencia Efe.

El decreto que declara esta situación excepcional sostiene que el gobierno regional podrá “adoptar medidas excepcionales” que considere “necesarias para la racionalización de todos los servicios públicos”, salvo aquellos “considerados esenciales”. Según se establece allí, existe una situación de “incapacidad de financiación del sector público” y una fuerte caída de la recaudación tributaria.

Ayer, el gobernador de Río Grande do Sul, José Ivo Sartori (del PMDB, el partido del presidente Michel Temer), anunció un programa de ajustes que incluye la extinción de 11 organismos vinculados al gobierno regional, el posible despido de 2.000 funcionarios públicos y recortes salariales.