El estado de las vías, el exceso de velocidad o los vagones en mal estado. “Si se suman dos o tres de estos elementos”, explicó a la diaria Carlos Aramendi, dirigente de la Unión Ferroviaria (UF), es posible que la situación termine en un descarrilamiento. Fue, de hecho, lo que ocurrió este martes en la línea Río Branco, en la localidad de Chamizo (Florida). Un tren de carga de Servicios Logísticos Ferroviarios (SLF) descarriló a la altura del kilómetro 96 y afortunadamente no hubo lesionados, según informó Montevideo Portal.

“En la zona que descarriló no está bien la vía”, dio cuenta Aramendi, al tiempo que advirtió que esa zona necesita una reconstrucción “urgente”. Hace menos de dos semanas, en Tacuarembó, otro tren de carga descarriló al ingresar a la localidad de Piedra Sola: el maquinista siguió de largo y tres vagones quedaron al costado de la vía. En setiembre, también en Florida, otro tren descarriló, dejando un saldo de cinco funcionarios heridos.

La UF ya anunció que hará las denuncias correspondientes, tanto a nivel parlamentario como gubernamental.

Además del deterioro de las vías o de los vagones, Aramendi advirtió que los trabajadores ferroviarios realizan un horario excesivo y ponen en riesgo su salud. Trabajan entre 19, 20 y 21 horas de corrido. “Esto puede ocasionar que el maquinista se duerma arriba, mientras conduce”, señaló el dirigente de la UF.

No hay tantos controles

“Lamentablemente es una empresa estatal que trabaja bajo el derecho privado, y los controles se nos están escapando”, dijo además Aramendi. SLF es una sociedad anónima cuyas acciones son controladas 51% por AFE y 49% por la Corporación Nacional para el Desarrollo.