Pocas de las grandes bandas de rock de fines de los años 60 deben contar con tan escasa proporción entre la importancia que supieron tener y la relevancia/influencia que tienen hoy en día como Jefferson Airplane, que supo ser la banda emblemática (junto a Grateful Dead, que sin embargo sobrevivió mejor incluso después de la muerte de su líder Jerry García) del movimiento hippie californiano, y cuya música -con la excepción de los hits “Somebody to Love” y “White Rabbit”- es casi desconocida en este siglo fuera del ámbito de San Francisco. Tal vez esto se deba, más allá de algunos arreglos y eslóganes que no han sobrevivido bien al tiempo, al hecho de que, más que una banda, Jefferson Airplane fue un auténtico conglomerado de compositores y cantantes, en permanente cambio y evolución, lo que seguramente haya hecho más difusa su identidad musical (y que en ocasiones estemos escuchando un tema de su autoría sin saberlo).

De todas las figuras enormes que pasaron por Airplane -el guitarrista, cantante y fundador de la banda Marty Balin, la vocalista Grace Slick, los virtuosos de la guitarra y el bajo Jorma Kaukonen y Jack Casady-, el más constante y, a fuerza de persistencia, más identificado con la banda era el guitarrista, cantante y compositor Paul Kantner. Con su aspecto de hippie californiano arquetípico -cabello largo y rubio con amplias patillas, lentes, camisas amplias y floreadas-, Kantner se convirtió en el líder en las sombras de Jefferson Airplane tras la partida de Marty Balin, mientras los focos apuntaban más bien a Grace Slick y Jorma Kaukonen. Sin embargo, Kantner no sólo fue la espina dorsal del grupo, y el integrante que más tiempo permaneció en él y en su continuación más accesible, Jefferson Starship (aunque, al fin y al cabo un anarquista consecuente, no integró la transformación más descaradamente comercial de Starship), sino que además es el autor de temas clásicos de Airplane como “Crown of Creation”, “Mau Mau (Amerikon)”, “The Ballad of Me and You and Pooney” y el clásico de combate de la generación hippie “We Can Be Together”, con varias estrofas que aún suenan incendiarias: “Toda tu propiedad privada / está en la mira de tu enemigo / y tu enemigo / somos nosotros / Somos las fuerzas del caos y la anarquía / Todo lo que digan que somos, lo somos / Y estamos muy orgullosos de nosotros mismos”. Hombre sensible y de porfiada militancia libertaria y progresista (llegó a viajar a Nicaragua en plena ofensiva de la Contra para atestiguar el proceso revolucionario sandinista), Kantner sufrió un ataque al corazón que le produjo varias fallas vitales y ocasionó su fallecimiento el viernes; curiosamente, el mismo día en que murió Signe Toly Anderson, efímera cantante de la banda presente en su primer disco.