Desde hace unas semanas, la ausencia de actores negros en las nominaciones de los premios Oscar viene generado distintas controversias y propuestas de boicot por parte de un importante sector. Por otro lado, algunos critican que se intente “imponer cuotas”. Al boicot se han adherido nombres como Idris Elba, Samuel L Jackson, Michael B Jordan y Will Smith, entre otros.

Estas reivindicaciones que sacudieron a Hollywood también llegaron a Utah, donde acaba de terminar la edición 2016 del Festival de Sundance de cine independiente. El festival premió de manera unánime -tanto el público como el jurado- a The Birth of a Nation, ópera prima de Nate Parker, quien al recibir el premio declaró que “una película con mensaje triunfa cuando llega a su público”. El largometraje, dirigido, protagonizado, escrito y producido por Parker, relata la historia de Nat Turner, esclavo que aprendió a leer solo, con la Biblia, y luego se convirtió en pastor y generó un gran levantamiento contra los blancos, por lo que se volvió uno de los más importantes -y desconocidos- héroes de la historia estadounidense. “Si me hubieran dado un dólar por cada persona que me ha dicho que no conocía la historia de Nat Turner, podría haber distribuido la película yo solo”, bromeó con la prensa Parker.

El lunes, antes de que se iniciara la primera proyección de la película, todo el auditorio se levantó en una ovación por la historia que relataba el film. Parker tituló así su trabajo no sólo como un acto de justicia, sino también como una convocatoria a la acción. “Hollywood como organización fue construida sobre el racismo. Fue construida sobre la idea de que para mantenerse debía existir un opresor y unos oprimidos. Ésa era la idea de DW Griffith. Ésa era la idea del Ku Klux Klan. Y como no estemos dispuestos a sacudir esos cimientos, vamos a seguir tratando con este problema durante años”, explicó luego de la proyección.

The Birth of a Nation parece haberse estrenado en el momento justo, cuando en Hollywood se da un gran debate sobre la falta de diversidad. Según Parker, este problema sólo se resuelve mirándolo de frente: “Cuando llegué a Sundance estaba nervioso, no por si se vendería o no -lo hizo y marcó un récord de 17.500.000 de dólares-, sino por si la gente aceptaría mi idea de que, si queremos curarnos, necesitamos confrontar nuestro pasado oscuro”.

Como se puede leer en varias notas de prensa, Parker trabaja como actor desde hace más de diez años -aparece en películas como Red Tails, Non-Stop y su mayor éxito, Beyond the Lights- y durante siete años se dedicó a investigar sobre este caso, a la vez que escribía e intentaba encontrar financiación. Finalmente lo logró, y ahora Fox estrenará la película. Según Parker, esta producción busca impactar, ya que “es una historia sobre un hombre que lucha contra la injusticia”. “No es sólo para gente negra. Es una película sobre la libertad de todos. Sí, desafía tu situación privilegiada y de confort. Pero promueve la curación”, dijo.

En el rubro documental, el festival no se alejó de lo social, ya que la ganadora fue Einer, centrada en el congresista estadounidense Anthony Weiner y los escándalos sexuales que lo rodearon, mientras que la votada por el público fue Jim: The James Foley Story, que cuenta la historia del periodista estadounidense decapitado por Estado Islámico. Sonita, una producción alemana/iraní/suiza que cuenta el caso de una rapera afgana que huyó antes de ser vendida en un matrimonio, recibió el premio internacional en su categoría, tanto del público como de la crítica.

La película argentina/uruguaya Mi amiga del parque, dirigida por Ana Katz y escrita por ella y la uruguaya Inés Bortagaray, fue la ganadora en Mejor guion. Protagonizada por Julieta Zylberberg, Maricel Álvarez y la propia Katz, se centra en la maternidad y sus lugares comunes, y en los hijos como un misterio, y retrata el extraño y conflictivo vínculo entre dos madres que se conocen en un parque de barrio.

La cinta colombiana La ciénaga entre el mar y la tierra, codirigida por Carlos del Castillo y Manolo Cruz, se quedó con la distinción a Mejor película de ficción internacional, además de recibir el premio especial del jurado por sus actores Vicky Hernández y Manolo Cruz. Este trabajo se aleja de la violencia y el narcotráfico, temas que han distinguido a las últimas producciones colombianas, y cuenta la historia de Alberto, un joven veinteañero que, a pesar de vivir a 300 metros del mar, no puede visitarlo porque padece distonía, una enfermedad que bloquea su capacidad de movimiento y lo mantiene conectado a un respirador artificial. Según explicó Del Castillo en una conferencia de prensa, la película tiene una connotación distinta en el contexto latinoamericano, ya que se trata de una relación entre una madre y su hijo que trasciende las barreras convencionales, y para algunas personas esto podría “rayar en lo absurdo”. Esta distinción se da el mismo año en que Colombia cuenta con su primera candidatura al Oscar, por El abrazo de la serpiente, de Ciro Guerra, nominada como Mejor película en lengua extranjera.

En Mejor director, el festival se decidió por dos realizadores, Daniel Scheinert y Daniel Kwan, por Swiss Army Man, conocida como “la película del cadáver flatulento”, interpretada por el británico Daniel Radcliffe, que ahuyentó a la mayor parte del público por ser un “chiste de pedos” de hora y media. El documental de Roger Ross Williams Life, Animated, que relata la vida de un niño con autismo que aprendió a comunicarse con el mundo a partir del cine de animación, también fue premiada como Mejor dirección en esta categoría.

De esta manera, Sundance presentó películas y documentales de productores independientes sobre distintas temáticas actuales. Así, el certamen que creó Robert Redford hace más de 30 años continúa con su objetivo de convertirse en una propuesta alternativa frente a Hollywood, y hoy ya se ha instalado como un festival de referencia, que debido a la independencia de sus producciones abarca una programación cada vez más diversa y da a conocer nuevas joyas del cine independiente internacional.