En su 69ª edición, la entrega de los premios de la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de Televisión (BAFTA, por sus siglas en inglés), conocidos como los Oscar británicos, distinguió a la argentina Relatos salvajes, de Damián Szifron, como mejor película de habla no inglesa, y a El renacido, el último gran trabajo del mexicano Alejandro González Iñárritu, como mejor film del año. La película argentina, que contó entre sus productores con la dupla de Agustín y Pedro Almodóvar, es una comedia integrada por seis relatos independientes que sorprenden por sus desenlaces inesperados, y en los que trabajaron actores como Ricardo Darín, Rita Cortese, Leonardo Sbaraglia, Oscar Martínez, Érica Rivas y Darío Grandinetti, entre otros. Se estrenó en Inglaterra en marzo de 2015, y por eso entró en la competencia británica de este año, ganándole a la franco-mauritana Timbuktu, a una joya del cine como la jordana Theeb, a la sueca Force Majeure y a la superproducción The Assassin, del taiwanés Hou Hsiao-Hsien, que en el último festival de Cannes se quedó con el premio al mejor director.
El renacido fue la gran ganadora, al obtener cinco de los ocho premios por los que competía: mejor película, mejor director, mejor actor principal (Leonardo DiCaprio), mejor dirección de fotografía y mejor dirección de sonido. Se basa en una novela del estadounidense Michael Punke, y fue filmada en locaciones casi inaccesibles de Canadá, Alaska y Tierra del Fuego, a bajísimas temperaturas. Se ambienta en 1823 y cuenta una historia de supervivencia: un hombre es abandonado por sus compañeros cuando estaba muy gravemente herido y supera sucesivas adversidades.
Los BAFTA le dieron la espalda a dos films que se habían perfilado entre los favoritos, Carol (Todd Haynes) y El puente de los espías (Steven Spielberg), que en ambos casos tenían nueve nominaciones y sólo ganaron un premio. Mad Max: furia del camino sí se llevó cuatro de los siete premios por los que competía: montaje, diseño de producción, vestuario maquillaje y peluquería.
Los británicos Mark Rylance (El puente de los espías) y Kate Winslet (Steve Jobs) se quedaron con los BAFTA a mejor actor y actriz de reparto; los de protagónicos fueron para Brie Larson (La habitación) y DiCaprio. Las demás categorías terminaron con premios muy repartidos entre todos los contendientes, y cabe mencionar el BAFTA al mejor guion original para Tom McCarthy por Spotlight (acerca del escándalo de abusos contra menores cometidos por curas que destapó Boston Globe), el de mejor guion adaptado para el de La gran apuesta, escrito por Adam McKay, y el de banda sonora para el interminable Ennio Morricone por Los ocho más odiados, de Quentin Tarantino.
El premio a mejor director, guionista o productor británico novel fue para Naji Abu Nowar, que dejó a todos perplejos con su ópera prima Theeb (que también compite en los Oscar como película extranjera), muy emparentada con el spaghetti western. La historia se desarrolla entre un joven y su hermano menor, integrantes de una de las últimas tribus beduinas de Jordania (de esa misma tribu son todos los actores, que enfrentaron a una cámara por primera vez). Ellos dos, junto a un inglés y su guía, deberán atravesar el desierto ocupado por turcos y revolucionarios, ya que la cinta está ambientada durante la Primera Guerra Mundial.