Con una convocatoria de diez legisladores, ayer, poco después de las 10.00, arrancó la comparecencia de la ministra de Industria frente a la Comisión Permanente. Había sido llamada para profundizar sobre tres temas: el proyecto para la construcción de una terminal de recepción, almacenamiento y regasificación de gas natural licuado, tema abordado por Abdala; el fideicomiso y la obra del proyecto Antel Arena y el ajuste de tarifas de servicios públicos decretado por el Poder Ejecutivo, estos dos asuntos cuestionados por Bordaberry.

Polémico

Abdala catalogó al proyecto de construcción de la planta regasificadora como una iniciativa “polémica en todos sus aspectos: polémica por la ubicación de la planta, polémica por la escala, polémica por la utilización de la empresa Gas Sayago y polémica por los antecedentes de las empresas extranjeras licitadas”.

Consideró “excesiva” la capacidad de generación de gas natural, que sería de 10.000.000 de metros cúbicos, teniendo en cuenta que el consumo local es en promedio de 51.000.000 de metros cúbicos anuales, según un informe de la Dirección Nacional de Energía que citó.

Abdala dudó además del acuerdo oral anunciado el 7 de enero, tras un encuentro en la estancia de Anchorena entre el presidente Tabaré Vázquez y su par argentino Mauricio Macri, cuando se afirmó que en un año y medio se podría exportar gas al país vecino: “Hace tiempo que no creemos en los Reyes Magos, gobierne el kirchnerismo o Macri; los países tienen sus intereses y, más allá de eso, ¿cómo se va a hacer en un año y medio? ¿Por arte de magia?”, cuestionó, a lo que Cosse se limitó a responder que “se están estudiando las posibilidades de compra de gas o del servicio”.

“En Gas Sayago también hay que detenerse”, afirmó Abdala, en referencia a la empresa que opera bajo derecho privado, propiedad en partes iguales de UTE y ANCAP. “Ese mundo fantástico de las subsidiarias que nos ha salido muy caro a todos los uruguayos”, indicó, y mencionó gastos por conceptos administrativos del orden de 17.000.000 de dólares entre 2005 y 2015, la mitad de los cuales correspondería a salarios de 26 funcionarios.

“Paga salarios muy altos para lo que son los salarios del mercado de trabajo uruguayo”, observó, e indicó que esto genera “irritación” porque “no cumplió con sus obligaciones”. Por su parte, la ministra se limitó a afirmar que la gestión de la empresa “ha sido adecuada”, a lo que Abdala retrucó: “Yo creo que no”.

Para finalizar, el diputado consideró que el objetivo de tener una planta regasificadora “está totalmente vigente” y que lo que urge es saber “en qué condiciones, de qué manera y en qué tiempos” se realizará.

“Queremos saber en qué está el gobierno”, afirmó. “Ojalá que la planta se construya y ojalá que se haga en los términos más eficientes posibles”, manifestó. Sostuvo que “hasta ahora, nos ha traído pérdidas y perjuicios por 40.000.000 de dólares”, teniendo en cuenta los 140 invertidos, menos la garantía cobrada a GNLS de 100.000.000 de dólares, cuando se retiró de la obra.

Cosse, que concurrió acompañada por la directora general de Secretaría del ministerio, Fernanda Cardona, afirmó que el proyecto “da tranquilidad en lo financiero” porque “los recursos están bien administrados”.

Sacando cuentas, contó que el proyecto ha generado activos por 173.000.000 de dólares (100 cobrados a la garantía de GNLS y 100 netos), por lo que, descontando los 123 invertidos por los accionistas, la diferencia a favor es de 50.000.000.

“El gobierno no está empecinado ni en este proyecto ni en ninguno”, afirmó, y aclaró que “lo que prima es el interés general”. Además, sostuvo que éste “no fracasó”, pero, dado que “han cambiado las condiciones y el conocimiento de nuestro país sobre el tema, no vamos a analizar nada rápidamente”; Abdala le recriminó que “no dijo ni una idea más o menos bosquejada, mucho menos a dónde estamos yendo”.

En equipo

El senador colorado Pedro Bordaberry pidió información sobre el alcance, competencia y tareas de los funcionarios del Ministerio de Industria y de Economía y Finanzas, así como de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, en la “intervención” a ANCAP. Cosse aclaró que “no estamos interviniendo ANCAP”, sino “trabajando en equipo” con el ente para “ayudarlo a desarrollar de la forma más eficiente posible su misión de negocios”. Por lo demás, se limitó a decir que “es un trabajo que no ha culminado por ahora, y aún no hay una fecha estimada”.

“Estamos encima del mes de marzo, el gobierno ya tendría que saber algo de esto”, agregó, en vistas del plazo que la empresa japonesa constructora del barco regasificador le dio al gobierno para decidir si se quedará con éste o si solicitará la construcción de uno nuevo.

El complejo Antel Arena

Tal como había anunciado hace algunas semanas respecto de que pretendía seguir el camino de la investigadora de ANCAP en el resto de las empresas públicas, empezando por la de las telecomunicaciones, Bordaberry se detuvo en el Antel Arena. “Tengo la sospecha de que esto es una nueva aventura de la inversión de un ente que el día de mañana van a pagar los uruguayos en la factura del teléfono”, sostuvo. Trazó un paralelismo con ANCAP: “Se trata del mismo esquema: gastan y después lo pagan doña María y don José”, sostuvo mientras la ministra, de brazos cruzados, lo miraba.

Por medio de ocho preguntas cuestionó los fundamentos económico-financieros del fideicomiso, los flujos de fondos que proveería la explotación del complejo, los ingresos que generará, la inversión total estimada y las modalidades de ésta, y la existencia de estudios de factibilidad, rentabilidad y financieros sobre el proyecto.

La ministra afirmó que la cantidad de ingresos que generará el complejo multifuncional será “fundamentalmente por el estímulo al uso de las telecomunicaciones”. “Recuerdo que iba a haber una cantidad de ingresos por mensajes de texto, pero apareció Whatsapp y éstos desaparecieron”, retrucó el colorado, a lo que Cosse sostuvo que “este viraje se tuvo en cuenta”, y que, hoy en día, más que a los SMS, se apuesta a “generar una gran cantidad de tráfico de información por medio de los datos”. “La gracia de la misión de Antel está en comprender el alcance de las telecomunicaciones modernas; al día de hoy, tenemos la mejor red de América Latina y una de las mejores del mundo”, sostuvo, e indicó que el camino que se está recorriendo es el de “reconvertir su modelo de negocios al tráfico”.

La ministra también confirmó que se realizó “una gran cantidad de estudios de factibilidad” y aclaró que el fideicomiso asciende a 58.000.000 de dólares: “42, 43 millones de la obra, más impuestos”. “Es importante entender el esquema conceptual de una “arena”: lo que uno hace es asegurar la construcción de una arena inicial y después esto se complementa con una gran cantidad de asociaciones sociales y empresariales”, dijo, y ejemplificó con pantallas gigantes o restaurantes mediante licitaciones, sobre las inversiones necesarias para la puesta en marcha del proyecto. “Esto se hace en todas las arenas del mundo”, aseguró, y dijo que se trata de “un proyecto más largo y más complejo que construir una obra”.

“(I Can’t Get No) Satisfaction”

Bordaberry también abordó el tema de las tarifas públicas. Preguntó si se incluyeron los aumentos de los costos internos en el incremento de las tarifas de ANCAP de enero. Pero la ministra le hizo notar que en ese entonces no hubo modificaciones en los precios, por lo que el senador colorado reformuló su pregunta y cuestionó si estos aumentos habían propiciado la decisión de que las naftas no bajaran; esta pregunta no obtuvo respuesta. Abdala señaló que “el silencio de la ministra -o su excesiva prudencia- viene a confirmar las sospechas que hemos planteado”.

“I can’t get no satisfaction”, observó por su parte Bordaberry, ya con la cabeza, en parte, en el concierto de The Rolling Stones que tuvo lugar en el Centenario ayer de noche. “Con todo respeto, nunca he visto una presentación más pobre”, aseguró el senador, que pidió “un mínimo de respeto al Senado”.

También Abdala consideró que la relación entre la ministra y el Parlamento “no ha sido sencilla”. “No ha sido la más fluida, para no ser hirientes”, agregó, y le reprochó que el llamado a sala se originara porque no había concurrido a la comisión de Industria de la cámara baja. “Tengo la convicción de que las cosas están bastante más adelantadas de lo que la ministra dice”, sostuvo, y agregó que “el Parlamento tiene que estar informado de las cosas importantes”.

Durante el resto de la sesión, Cosse observó durante casi dos horas cómo los legisladores del oficialismo y la oposición se pasaban la palabra cual pelota de ping pong al discutir si las explicaciones habían sido escuetas o contundentes, si el debate convocado era una reedición de la convocatoria a la Cámara de Diputados en setiembre y si se habían dejado entrever sospechas de corrupción en la convocatoria.