En 2016 se cumplieron tres años desde que Margarita Musto asumió la dirección del elenco teatral oficial. Como es habitual -cuando no se renueva el cargo-, el propio elenco debe elegir una terna de tres nombres y presentarlos a la Dirección de Cultura de la Intendencia de Montevideo para que ese organismo departamental se decida por uno de ellos. Mariana Percovich, directora del Departamento de Cultura de la comuna, y Jorge Navratil, director del área de Promoción Cultural, recibieron los proyectos de cada uno de los ternados (Levón, Juan Saraví y Mario Ferreira) y, finalmente, Ferreira fue designado nuevo director de la Comedia Nacional.

Así, el conocido actor, dramaturgo y director, que ya había ocupado ese cargo durante dos períodos (2008-2012), vuelve a estar al frente del elenco estable. Durante su gestión, Ferreira logró encauzar dos aspectos importantes: por un lado, a partir de los últimos tres años de su gestión, los espectáculos comenzaron a trascender la temporada y romper con cierta rigidez que los caracterizaba; por otro, logró que se pudiera trabajar en bloques de teatro clásico, contemporáneo y de autores nacionales. También habilitó un espacio de investigación -“Entre nosotros”- que tuvo como resultado una de las mejores puestas de la Comedia, Variaciones Meyerhold, de Eduardo Tato Pavlovsky. Según él mismo contó en una entrevista de Leonardo Flamia para el semanario Voces, la idea inicial fue crear un espacio interno para probar qué podía ocurrir, qué se podía lograr, y el resultado fue más que positivo: “Cuando hice la propuesta al Consejo Artístico, fue pensando que en la Comedia hay actores que trabajan desde hace mucho tiempo, que han visto dirigir a muchos directores, y que seguramente tengan aptitudes o ganas de dirigir y no se animan a dar ese paso”, explicó en aquella ocasión. Así fue como surgieron varias puestas, entre ellas El tiempo todo entero (de la argentina Romina Paula) y El tobogán (de Jacobo Langsner).

Ferreira se formó a fines de los años 80, integró la Comedia primero como invitado y luego como actor estable, participó en la primera etapa de la obra itinerante Barro negro, y desde esos primeros pasos comenzó a forjar una destacada trayectoria como actor y director, que ha sido reconocida, entre otros, con varios premios Florencio y Morosoli. Entre sus más recientes trabajos de dirección se encuentran dos puestas de escena de obras de Edward Albee, La cabra o ¿quién es Silvia? y Paisaje marítimo; así como Terrorismo, de los hermanos Presnyakov. El año pasado fue particularmente intenso para él, y convivieron en cartel cuatro obras con su dirección: reestrenó El viento entre los álamos, además de estrenar Tóxico (Lot Vekemans), El principio de Arquímedes (Josep María Miró) y Las maravillosas (Antonio Larreta).

Cuando esta última pieza estaba en pleno ensayo, falleció el autor. Larreta la había creado para el elenco oficial en 1998, y la obra, que se reestrena este mes, recorre la historia uruguaya de los últimos dos siglos por medio de destacados personajes femeninos, mujeres que fueron maravillosas por su heroísmo, su temple y el coraje con el que se enfrentaron a situaciones complejas. “Irresistibles, avasallantes, implacables, maravillosas por el instinto y el ingenio con que se aprovecharon del rol que históricamente les habían asignado”, anunciaba el dossier de la obra, en el que se incluyeron textos del propio Larreta junto con otros de WH Hudson, Eduardo Acevedo Díaz -el memorable “El combate de la tapera”-, Horacio Quiroga, Delmira Agustini, Juana de Ibarbourou, Idea Vilariño y varios escritores más.

Ahora Ferreira afronta el desafío de volver a una gestión a la que había sabido infundir su impronta.