Posiblemente Ronald Reagan (1911-2004) haya sido uno de los presidentes más odiados dentro y fuera de su país, Estados Unidos, donde antes fue gobernador de California por tres períodos consecutivos (de 1967 a 1975), pero para los republicanos estadounidenses fue el gran héroe del siglo XX y el vencedor del comunismo. No es raro entonces que vaya a ser sujeto de la atención de la industria cinematográfica de Hollywood, de la que Reagan fue parte alguna vez, con algunas actuaciones no demasiado memorables. En este momento, dos películas que lo tienen como personaje principal están en proceso de preproducción: la primera es una biografía dramática que se llamará, sin mucha imaginación, Reagan, y que posiblemente emocionará a sus persistentes admiradores, pero la segunda -también llamada Reagan, como para no confundir- es una comedia de ficción basada en un guion de Mike Rosolio, que presenta al personaje cayendo en la demencia al principio de su segundo mandato, y teniendo que ser convencido por sus asistentes de que es un actor interpretando al presidente de Estados Unidos en una película.
La idea tiene cierto anclaje en la realidad, ya que a Reagan se le diagnosticó oficialmente la enfermedad de Alzheimer en 1994, cinco años después de que terminara ese segundo mandato presidencial, pero en aquel momento hubo especulaciones -y algunos testimonios sugestivos- sobre la posibilidad de que hubiera comenzado a manifestar los síntomas cuando todavía tenía en sus manos el gobierno de la mayor potencia del mundo, aunque esto siempre fue negado por sus médicos. No parece que el retrato planteado por esta comedia vaya a agradarles a los actuales seguidores de Donald Trump, y para empeorar las cosas se ha filtrado que el protagonista de la película será el gran cómico Will Ferrell, todavía recordado con ira por los republicanos por su no muy respetuosa imitación de George W Bush en el programa de televisión Saturday Night Live.