Antony Hegarty, cantante de estremecedora voz y apariencia andrógina que había grabado bajo el nombre Antony & the Johnsons, decidió, tras mantenerse en la ambigüedad durante un tiempo, asumir por completo su identidad femenina como persona trans, y dejar atrás tanto su nombre de hombre -que cambió por Anohni- como el estilo musical en el que transitaba. Hegarty -ferviente militante de los derechos LGBT y del ambientalismo- estrenó ese nuevo nombre para negarse a asistir a la última entrega de los premios Oscar, donde estaba nominado su tema “Manta Ray” pero no se le había invitado a cantarlo, y anunció ahora, para el 6 de este mes, su primer álbum como Anohni, Hopelessness. Los magníficos discos de Antony & the Johnsons se basaban esencialmente en baladas jazzeras al piano con ocasionales arreglos de cuerdas y escasas baterías; Hopelessness se aventura directamente en el campo de la composición electrónica -que ya había visitado en sus trabajos junto a Hercules & Love Affair-, acompañado por dos figuras ascendentes del género como Hudson Mohawke (el productor escocés Ross Birchard) y el brillante compositor experimental Oneohtrix Point Never (Daniel Lapatin). Los temas de adelanto presentan texturas tan melodiosas como épicas, sobre las que flota la espectral voz de Anohni, entonando canciones de suave apariencia pero con textos llenos del compromiso político que la ha caracterizado siempre.
Anohni fue descubierta cuando aún se llamaba Antony por músicos como David Tibet y Lou Reed, quien quedó tan fascinado con su voz que la incluyó en sus shows para que cantara viejos temas de The Velvet Underground, a los que la garganta del ya sexagenario Reed no llegaba. Posiblemente hayan sido las versiones definitivas de esas canciones.