El viernes, Bob Dylan y The Rolling Stones; el sábado, Neil Young y Paul McCartney; el domingo, The Who y Roger Waters. Cada uno con una presentación de dos horas. Esa es la programación que se maneja para un festival aún sin nombre, anunciado, tentativamente, para los días 7, 8 y 9 de octubre en el club de polo de Indio, California (sede, desde 999, del Festival de Música y Artes de Coachella Valley), quizá pensando que la mortandad de estrellas rockeras viene in crescendo y que hay que hacer algo así mientras sea posible. No se descarta, por supuesto, que el megaevento se prolongue el ano próximo con una gira por el resto de Estados Unidos y por otros países.