Ayer comenzó la quinta edición del Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos Tenemos que ver, centrado, en esta ocasión, en “Todas las mujeres, todos los derechos” y organizado por los grupos Tenemos que Ver y Cotidiano Mujer. Se realiza, con entrada libre, en la sala Zitarrosa y el teatro Solís y también se podrá ver en Tevé Ciudad, donde se emitirán películas todos los días a las 23.30. Además, habrá salas de exhibición paralela en varios puntos del país, como Artigas, Salto, Canelones y Colonia, y proyecciones en centros educativos (la UTU Arrayanes, de Maldonado, y el liceo IAVA).

Se exhibirán 20 títulos, de Alemania, Argentina, Bélgica, Bolivia, Brasil, Chile, Dinamarca, Estados Unidos, Italia, Madagascar y Rusia, entre muchos otros países. Hoy a las 16.00 está el film español La puerta abierta (2016), de Marina Seresesky y protagonizada por Carmen Machi. En el film, ella y Terele Pávez son madre e hija: ambas pertenecen al mundo de la prostitución y sufren una convivencia asfixiante, hasta que aparece un desconocido (Asier Etxeandía) que podría cambiarles el panorama.

A las 22.15 se proyectará una coproducción paraguayo-suiza, El tiempo nublado (2014), de Arami Ullon, un documental que apela a la ficción para retratar una historia de amor, “remordimiento, mortalidad y búsqueda” entre una hija y su madre, que sufre de epilepsia y mal de Parkinson. El miércoles a las 18.00 se estrenará otro documental que viene con buena crítica: los cineastas argentinos Andrea Testa y Francisco Márquez dirigieron este año La larga noche de Francisco Sanctis, consagrada en el festival de Cannes y en el BAFICI (Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente); ahora, Testa estrena su primer documental comercial, con el título Pibe chorro, un registro que abarca varios años de la vida en barrios carenciados del Gran Buenos Aires, centrado en la cercanía de muchos adolescentes con la posibilidad de caer presos, durante un período en el que se discutía la propuesta de bajar la edad de imputabilidad penal. El documental suma los testimonios de abogados, referentes de organizaciones sociales y docentes universitarios que educan sobre los derechos humanos en las cárceles.

Entre los trabajos uruguayos se encuentran los documentales Aura, de Matías Quintero, y Cambio de vida, de Juan Platero; el cortometraje La mar estaba serena (2015), de Pablo Schulkin y el largo Todos somos hijos, de Esteban Barja (todos de 2015). La programación completa se puede consultar aquí.