“Preferimos estar con el imperio y no con los intermediarios”, dijo ayer Diego Capusotto al diario argentino Página 12, antes de comenzar con su nuevo ciclo en la señal latinoamericana de la cadena TNT, de la multinacional estadounidense Turner. Se fue de la televisión pública -donde su programa Peter Capusotto y sus videos se emitió durante nueve años consecutivos- debido al triunfo de Mauricio Macri en las elecciones presidenciales del año pasado.

Ese ciclo, iniciado en 2006 en Rock & Pop TV, comienza hoy a las 23.00 su undécima temporada, con programas de media hora y repeticiones en TBS. Capusotto afirmó que aún tiene “cosas para decir, encuentros con Pedro [Saborido, productor, codirector y coguionista] que terminan depositándose en el contenido de este programa. Hay ideas y pareceres que tienen que ver con las coyunturas, con lo que pasa, con lo que se nos ocurre y tenemos ganas de decir ahora”.

Hasta la semana pasada se habían grabado seis programas con 21 personajes. De ellos, 20 aparecen por primera vez, sumándose al muy popular Micky Vainilla.

Capusotto, que es bastante más que un humorista (en la medida en que su prestigioso programa tiene claros alcances sociales y políticos), nunca se ha caracterizado por ser un tipo tibio. Antes de las elecciones de 2015 se manifestó con claridad contra la candidatura del actual presidente de Argentina, y desde que este asumió no ha andado con medias tintas. Por ejemplo, a fines de mayo, en una entrevista publicada por el sitio sugestivamente denominado Vamos a volver dijo: “No sabés si este muchacho [Macri] lo que está haciendo es ‘unir a todos los argentinos’ para que finalmente lo derroquen”.

En las incontables entrevistas que le realizaron por este nuevo comienzo, ha desplegado largas reflexiones con su impronta inconfundible. Recordando los cientos de despidos de los medios de comunicación públicos dispuestos tras la asunción de Macri, comentó: “En el gobierno están los cadáveres de los 80, que fumaban porro o tomaban merca, iban al cine y al teatro, y ahora están indignados... Los cadáveres de los 80 son los que se convirtieron en sus padres. [Darío] Lopérfido [ministro de Cultura del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, que renunció el miércoles de la semana pasada], por ejemplo, que dijo que los artistas no hablen de política... ¡Como si Lopérfido fuera Napoleón! Es como un tío enojado diciéndote que no hables de política porque sos joven y no entendés nada...”.