Cuando John Lydon abandonó a los Sex Pistols mostró que no le interesaba seguir en el canon del punk. Sin abandonar su postura iconoclasta y agresiva, se embarcó en un proyecto mucho más experimental y áspero, al que llamó Public Image Limited (PIL). Junto con el virtuoso y extraño guitarrista Keith Levene y Jah Wobble -que sería uno de los bajistas más influyentes de su generación-, lanzó en 1978 First Edition. Contenía ocho canciones que, salvo por la voz destemplada de Lydon, poco y nada recordaban a su antigua banda.
Tal vez fue más influyente que el trabajo de los Sex Pistols, cuya peculiar concepción del punk no tuvo una gran continuidad musical en ese género. En el sonido base de PIL -con su línea de bajo en un staccato recto y sus guitarras cruzadas pero extrañamente armónicas- está toda la simiente del sonido de The Pixies, y los climas repetitivos, oscuros y machacantes de “Religion” o “Annalisa” dieron origen al distanciamiento lleno de aristas del after-punk, e incluso del posrock.
Un año después lanzarían un disco doble -Second Edition o Metal Box- el más experimental, difícil y renovador de PIL. Presentaba una colección de canciones más largas, hipnóticas y repetitivas, profundizando el rock desmantelado que habían esbozado en First Edition y agregando texturas de dub, música disco e incluso jazz, amalgamadas en temas áridos y desolados como “Poptones”, “Death Disco” y “Memories”, que adelantaban las disonancias de Sonic Youth y la escuela noise.
El período más vanguardista y experimental de PIL culminaría con The Flowers of Romance (1981) -en el que ya no participó Wobble y Levene estuvo más bien ausente-, que exploró un sonido basado en los sintetizadores y la percusión con ribetes de world music. Fue apreciado por la crítica y tuvo ventas aceptables en Inglaterra, pero parecía que la banda estaba orientada en una dirección excesivamente hermética. Lydon trató de darle un giro más comercial con This is What You Want... *This is What You Get *(1984), que tenía la clara intención de ofrecer un material más accesible y hasta bailable, pero se quedó a medio camino por sus temas no muy memorables y una producción musical excesivamente convencional y falta de energía. Pese al éxito (relativo) del simple “This is Not a Love Song”, terminó de alejar a los nunca muy numerosos fans de PIL, y no llegó a entrar en las listas de más vendidos del Reino Unido.
Presionado por la discográfica y por el productor Bill Laswell, Lydon se rodeó para Album (1986) de un grupo de virtuosos, entre ellos, el guitarrista Steve Vai y los bateristas Ginger Baker y Tony Williams. Fue un éxito y un fracaso: la ejecución voluptuosa y exuberante -en especial de Vai- y el sonido de hard rock no pegaban ni con cola con las letras y melodías incordiantes de Lydon, pero el disco se vendió muy bien gracias al formidable simple “Rise”, una de las mejores canciones de toda su carrera y un reencuentro musical con sus raíces irlandesas. Para Happy? (1989), contra los deseos de su compañía, Lydon decidió armar una banda de músicos de su generación (incluyendo al genial y extravagante Lu Edmonds), que les dieron mucha más personalidad a los arreglos de las canciones, pero fueron saboteados por la producción de Gary Langan, con un sonido lleno de clichés de los 80. 9 (1989) profundizó los aspectos bailables y pop, con por lo menos un gran tema, “Dissappointed”. Esta etapa de PIL, la más “comercial”, terminó con el interesante That What is Not (1992), que fue un fracaso de ventas, y el cantante le bajó la cortina a la banda durante casi dos décadas.
Ante la revaloración crítica de sus discos por las nuevas y menos prejuiciosas generaciones, Lydon decidió reformar PIL, con Edmonds como director musical. El resultado, editado en forma estrictamente independiente y sin injerencias de ninguna compañía, fue This is PIL (2012), que pareció hallar un equilibrio entre la hostilidad experimental y las intenciones pop, y contenía una gran colección de canciones de Lydon, más rockeras que nunca pero con amplios espacios para la experimentación moderada. El disco fue muy bienvenido, reposicionó a PIL en un entorno musical sorprendido de que músicos próximos a los 60 años pudieran hacer una obra tan enérgica y confrontativa, y fue seguido por el muy similar pero aun superior What the World Needs Now... (2015), en algunos aspectos el más redondo, y hasta optimista, de la banda. Esa es la encarnación de este grupo inclasificable que tendremos en Montevideo el 10 de agosto, en una llegada que puede ser tardía pero que coincide con un buen momento artístico de este muchacho de seis décadas.