Carlos Mamani, presidente de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras de Bolivia (Fencomin), que agrupa a varios productores del rubro, ha sido detenido por la policía para prestar declaración por la muerte del viceministro de Régimen Interior y Policía, Rodolfo Illanes. Además, las oficinas de Fencomin en La Paz fueron allanadas y se clausuró su emisora de radio.

El cuerpo de Ilanes fue encontrado durante la madrugada en una carretera cercana a La Paz. El jerarca estaba desaparecido desde el jueves, cuando se había dirigido a la localidad de Panduro, a 185 kilómetros de La Paz, para negociar con los manifestantes del sector minero. Según la autopsia, Ilanes fue linchado por una multitud.

Horas antes, también Rubén Aparaya, un manifestante de 26 años, había sido muerto por un disparo policial. La misma suerte había corrido Severino Ichota de 45 años y el miércoles había muerto el manifestante Fermín Mamani.

La policía se enfrentaba desde hacía dos días con los manifestantes, que bloqueaban varias rutas del país en protesta por un proyecto de reforma de estatuto de las cooperativas mineras.

Parte del gobierno boliviano desde 2006, la Fencomin se distanció de la administración de Evo Morales en 2015, tras la caída del precio internacional de los metales.

El proyecto de ley que impulsa el gobierno boliviano, en alianza con la Confederación Obrera de Bolivia (a la que perteneció Fencomin hasta los años 80), busca permitir la sindicalización de los empleados de las cooperativas mineras e impedir la extranjerización de la explotación de minerales. Para Fencomin, se trató de una “declaración de guerra”.

El gobierno de Morales ha decretado duelo nacional por tres días. Según el mandatario “el Gobierno ordenó a la policía no llevar armas letales, pero sospechosamente ha habido muertos que tienen que ser investigados profundamente por las autoridades”. “Quiero decirles hermanas y hermanos, duele muchísimo lo que ha pasado, como dirigente sindical”, dijo Morales.