Probablemente el uruguayo Gerardo Matos Rodríguez y el argentino Pascual Contursi no adivinaron que tantos se acordarían de ellos. Incluso cantores como Carlos Gardel y reconocidos directores de orquesta, como Juan d’Arienzo y Osvaldo Pugliese, sumaron a su repertorio, encantados, a “La cumparsita”. Este himno popular y cultural de Uruguay -definido así por una ley aprobada en 1998- fue compuesto por el joven estudiante Matos Rodríguez para La Cumparsa, un grupo de carnaval formado por la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay, en 1915 o 1916, y fue ejecutado por primera vez en el café La Giralda en 1917, por quien era entonces una de las máximas figuras del tango, el maestro Roberto Firpo. Luego se transformó, rápidamente, en el centro del repertorio tanguero a ambos lados del Río de la Plata.

La historia que siguió ya es conocida por muchos: luego de unos años (en 1924), la compañía teatral del porteño Leopoldo Simari estrenó la pieza Un programa de cabaret, de Contursi y Enrique P Maroni. En esa época era usual que en cada obra teatral se presentaran tangos compuestos especialmente para ellas, y en esa ocasión Contursi escribió una letra (“Si supieras”), que acopló a la música de “La cumparsita” sin autorización de Matos. El resultado fue tan exitoso que motivó a Gardel a grabarlo rápidamente. Antes, Matos había vendido su tango a la editorial Casa Breyer por sólo 20 pesos; ante el éxito de la nueva versión, inició una acción judicial para recuperar los derechos, apoyada en que había realizado la venta cuando aún era menor de edad, y el juez le dio la razón (hay que decir también que lo más memorable de este tango es su música, y que la letra de Contursi, sin ser nada del otro mundo, es sin duda mejor que la truculenta de Matos -ver recuadro-).

En 2009, Montevideo y Buenos Aires presentaron en conjunto la iniciativa de que el tango fuera declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, la comisión correspondiente de la UNESCO falló a favor, y los estados uruguayo y argentino quedaron comprometidos a promover políticas públicas en torno al género. Por eso, en 2012, el Poder Ejecutivo uruguayo creó la Comisión Interministerial de Apoyo al Tango (CIAT), integrada por los ministerios de Relaciones Exteriores, Educación y Cultura y Turismo y Deporte, con el cometido de afianzar la asociación del tango con la identidad cultural uruguaya, incorporándolo a la “marca país” y contribuyendo a su proyección internacional.

Ahora la CIAT espera que la Cámara de Representantes convierta en ley un proyecto, ya aprobado por el Senado, para declarar a 2017 “Año de ‘La cumparsita’”, con motivo del centenario de su composición, y formar una comisión con representantes del Estado y de la sociedad civil para definir las líneas generales de la celebración.

Eduardo Duter, uno de los integrantes de la CIAT, dijo a la diaria que, dado que “La cumparsita” es una de las composiciones con mayor número de reproducciones, grabaciones e interpretaciones a nivel mundial, pero no necesariamente se la asocia con Uruguay o con su autor, uno de los objetivos es contrapesar esa omisión, mediante una celebración nacional con proyección rioplatense e internacional.

Si bien aún está pendiente la definición de actividades conjuntas con Argentina, ya se confirmó el festejo para el 19 de abril del año próximo: en la misma fecha en que los acordes de “La cumparsita” sonaron por primera vez en La Giralda, tocará ese tango la Orquesta Sinfónica del SODRE, junto al maestro bandoneonista uruguayo Raúl Jaurena, que vive en Nueva York y ya lleva ganados varios premios Grammy. A eso se sumará una gala del Ballet Nacional del SODRE, en el Auditorio Adela Reta.

Duter contó que desde 2012 la CIAT desarrolla diversas actividades y mantiene un vínculo estrecho con artistas, productores, bailarines y otros integrantes de la comunidad tanguera, destina fondos -aportados por los ministerios- a distintas actividades y festivales, giras al exterior de artistas (por ejemplo, el cuarteto Ricacosa), apoyos a la orquesta de la escuela de tango Destaoriya, y desarrolla un taller de escritura de letras de tango en la Asociación General de Autores del Uruguay. Esta iniciativa surgió por la percepción de que, si bien “en las décadas del 40 y el 50 surgieron muy buenas letras de tango, es necesario incorporar una lírica actualizada, más próxima a la realidad del ciudadano actual”.

Letra original de “La cumparsita” (Gerardo Matos Rodríguez)

I

La cumparsa // de miserias sin fin desfila // en torno de aquel ser enfermo // que pronto ha de morir de pena, // por eso es que en su lecho // solloza acongojado // recordando el pasado // que lo hace padecer.

II

Abandonó a su viejita // que quedó desamparada // y loco de pasión, ciego de amor, // corrió tras de su amada // que era linda, era hechicera, // de lujuria era una flor, // que burló su querer // hasta que se cansó // y por otro lo dejó.

I bis

Largo tiempo // después cayó al hogar materno // para poder curar su enfermo // y herido corazón y supo // que su viejita santa, // la que él había dejado, // el invierno pasado // de frío se murió.

III

Hoy ya solo, abandonado // a lo triste de su suerte, // ansioso espera la muerte // que bien pronto ha de llegar. // Y entre la triste frialdad // que lenta invade el corazón // sintió la cruda sensación // de su maldad.

I (PARA FIN)

Entre sombras // se le oye respirar sufriente // al que antes de morir sonríe // porque una dulce paz le llega; // sintió que desde el cielo // la madrecita buena // mitigando sus penas // sus culpas perdonó.