El judoka uruguayo Pablo Aprahamian quedó eliminado de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro al caer con el local Rafael Buzacarini en la ronda 32 de la categoría de menos de 100 kilos.

El brasileño derrotó a Aprahamian por Ippon a los dos minutos y medio de competencia. A esa altura del enfrentamiento, el uruguayo ya había cometido dos penalizaciones.

El resultado del combate fue el que a priori estaba esperado. Buzacarini, de 24 años, ocupa el 20º lugar del ranking mundial. Incluso el propio Aprahamian había dicho días atrás que el ranking de su oponente es engañoso, ya que su nivel es más alto y no sumó más puntos por no disputar tantas competencias internacionales. Sin embargo, “en las últimas tres competencias top se metió bien arriba”, explicó había dicho el uruguayo. Efectivamente, en 2016, Buzacarini, de 24 años, acumuló dos segundos puestos en los Grand Prix de Almaty y Samsun, y un tercer lugar en la Copa del Mundo de Buenos Aires.

En cambio, Aprahamian, de 30 años, no tiene ningún resultado tan trascendente hasta el momento en su carrera y apostaba a dar la sorpresa en la competición. “Me encontré con un rival muy duro y traté de hacer un combate defensivo”, dijo tras la pelea.