Romeo y Julieta, de William Shakespeare, es una obra mítica, con una historia que el mundo occidental nunca olvidará. Trasciende al autor y a su época, y se instala como el emblema perfecto del amor idealizado.

Hoy y el domingo a las 20.00, la temporada de ópera del teatro Solís presenta una versión de Capuletos y Montescos, una tragedia lírica en dos actos de Vincenzo Bellini, inspirada en ese drama shakesperiano. Los responsables de esta nueva visita a la clásica historia de amor -después de que Gabriel Calderón y su equipo artístico renunciaran al proyecto- son el brasileño Luiz Fernando Malheiro (director musical), la argentina Florencia Sanguinetti (directora escénica), y los artistas Orianza Favaro, Nidia Palacios y Enrique Guzmán.

Bellini es una figura clave del estilo vocal conocido como bel canto, y una de las más relevantes en la historia de la ópera italiana del siglo XIX. En 1830, este compositor siciliano estrenó Capuletos y Montescos que, entre sus particularidades, tiene la de contar con dos protagónicos femeninos: el papel de Julieta es interpretado por una soprano y el de Romeo, por una mezzosoprano.