Si bien el gobierno uruguayo aún no se ha expresado acerca de la destitución de Dilma Rousseff como presienta de Brasil, uno de sus ministros, Eduardo Bonomi, interpretó que lo ocurrido en el país norteño “tiene características de golpe de Estado”. El presidente José Mujica, líder del Movimiento de Participación Popular (el sector de Bonomi), ya se había expresado en un mismo sentido.

En entrevista con Radio Carve, Bonomi sostuvo que en el caso de Rousseff “no existió un disparador legítimo para que se utilice el recurso constitucional”. El jerarca recordó que a Fernando Collor de Mello también se lo había destituido a través de un juicio político, pero a diferencia de Rousseff, “la justicia lo había procesado”, mientras que en el caso de la ex presidenta brasileña esta “declaró que no había delito”.

Según Bonomi, el “verdadero motivo” de la destitución de Rousseff fue “la investigación judicial” que venía impulsando la ex mandataria sobre la corrupción en Brasil, y “que abarcaba más a los socios del Partido de los Trabajadores que a este”. Se espera que hoy el gobierno uruguayo se exprese sobre la caída de Rousseff y la asunción del nuevo presidente de Brasil, Michel Temer. Respecto a esta postura, Bonomi se limitó a responder: “el que maneja las relaciones del gobierno es la Cancillería”.