La Organización de las Naciones Unidas (ONU) suspendió las operaciones de asistencia que tenía desplegadas en territorio sirio después de que una caravana de 31 de camiones con ayuda humanitaria fuera atacada ayer en Alepo. En el ataque murieron 20 civiles y un empleado de la Cruz Roja, que era la organización que gestionaba el convoy en el terreno.

“Por ahora no tenemos una visión global de lo que pasó, pero se ha tomado la decisión de que todas las operaciones humanitarias sobre el terreno quedan suspendidas por el momento”, dijo Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas. Laerke agregó que todas las partes del conflicto sirio estaban informadas de que esa era una caravana con ayuda humanitaria.

El ataque fue “una flagrante violación de la ley humanitaria internacional”, opinó el presidente de la Cruz Roja, Peter Maurer, y la ONU advirtió que puede ser considerado un crimen de guerra. Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, consideró que fue “cobarde y repugnante”.

Todavía nadie reconoció la autoría del ataque contra el convoy.