Rodeados por jefes de Estado y cancilleres y acompañados por más de 2.500 invitados, muchos de ellos de organizaciones civiles colombianas, Santos y Timochenko firmaron el acuerdo de paz, que este fin de semana será sometido a votación de los colombianos en un plebiscito en el que se decidirá si es implementado. Santos centró parte de su discurso, justamente, en los argumentos a favor del acuerdo alcanzado con las FARC y destacó que los recursos que antes se destinaban a la guerra ahora podrán convertirse en una inversión social.

Acerca de los integrantes de las FARC, Santos dijo: “Reconozco que fueron dignos negociadores en la mesa de negociaciones y que trabajaron con seriedad y voluntad”. Y agregó: “como jefe de Estado de la patria que todos amamos, les doy la bienvenida a la democracia. Cambiar las balas por los votos y las ideas, es la decisión más valiente e inteligente que puede tomar cualquier grupo subversivo”.

Por su parte, Timochenko señaló que con este acuerdo los colombianos se convirtieron en “un ejemplo para el mundo”, y añadió: “cada uno de nosotros tiene a quién llorar (...). En nombre de las FARC, ofrezco sinceramente perdón a todas las víctimas del conflicto por todo el dolor que hayamos podido causar en esta guerra”, tras lo cual recibió aplausos de pie.