Como es usual en diciembre, los precios al consumo descendieron -0,55%, al igual que el año pasado-, ubicando la inflación anual de 2016 en 8,1%, casi un punto y medio por debajo que al cierre del año anterior y la más baja en los últimos cuatro años.

La deflación de diciembre obedeció principalmente al descenso del rubro “vivienda”, cuyos precios en conjunto descienden 5,5% producto de las bajas en electricidad (19,6%), debido a la implementación del Plan UTE Premia y gastos comunes (2,4%), más allá de las subas en el alquiler de vivienda principal (0,6%) y el servicio de albañilería (5,5%).

También contribuyeron a la baja de la inflación el descenso de los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas. Por el contrario, el rubro cuyos precios incidieron mayormente al alza fue el de restaurantes y hoteles que en conjunto aumentaron 1,2% debido a subas en bebidas fuera del hogar (1,3%), comidas a base de carnes y pescados (1%), comidas a base de harinas (1,6%) y otras comidas fuera del hogar (1,4%). Además, presionaron al alza los precios del transporte (0,8%) por subas en peaje (6,7%) y taxi (4%) debido al aumento de tarifas a partir del 1 de diciembre de 2016, ómnibus local (1,1%) debido al aumento del boleto urbano a partir del 13 de noviembre de 2016, automóvil (1,3%) y pasaje de avión (2,4%).