Al mismo tiempo que el presidente francés, François Hollande, realiza una gira oficial por Irak, una serie de atentados sacudió hoy Bagdad y causó al menos 37 muertos y más de 70 heridos.

El más grave de estos, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), se produjo con un coche bomba en un mercado del barrio de Ciudad Sadr, y causó la muerte a 37 personas y dejó a otras 65 heridas. Según EI, el atentado tenía como blanco a los musulmanes chiitas, a los que el grupo extremista sunita trata de “renegados”.

Otra bomba explotó pocas horas después frente al hospital Al Kindi y dejó un saldo de cuatro heridos. El tercer artefacto explosivo, destaca la agencia de noticias Efe, explotó en las proximidades del hospital de Al Shauader, también ubicado en el barrio de Ciudad Sadr, e hirió a otras cinco personas.

Este recrudecimiento de los atentados del EI en Irak tiene lugar en el contexto de una nueva ofensiva del Ejército, con el apoyo de la coalición internacional, lanzada contra los yihadistas en Mosul.

Mientras se produjeron estos atentados, Hollande realizaba una visita oficial en Bagdad, con reuniones con el presidente iraquí, Fuad Masum; con el primer ministro, Haidar al Abadi, y con otras autoridades del país.