La Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines (UNATRA) denunció la situación de Ayrton de Ávila, un trabajador rural de 23 años que fue despedido por notorio mal comportamiento del Arrozal 33 después de ser herido por otro trabajador.

En una conferencia de prensa, dirigentes de la UNATRA relataron que De Ávila fue agredido el 30 de setiembre con un cortaplumas por uno de sus compañeros, que le dejó nueve heridas en la espalda y una en el abdomen. Un médico le dio diez días de reposo y, cuando volvió a trabajar, se le notificó que había sido despedido por notorio mal comportamiento.

De Ávila empezó a trabajar en la empresa hace tres años, no tenía ninguna observación en su legajo laboral y se adhirió al sindicato hace dos meses. En la conferencia se mencionó que Arrozal 33 tiene como antecedente el despido de dos delegadas sindicales que fueron restituidas en sus cargos después de los reclamos de la UNATRA.

Hoy había una instancia en la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra) a la que la empresa no acudió y por eso la UNATRA y De Ávila decidieron denunciar públicamente lo sucedido. La UNATRA asegura que no se puede aplicar a este caso un despido por mala conducta y exige la restitución del trabajador. La UNATRA y De Ávila pedirán una audiencia con la Institución Nacional de Derechos Humanos y la semana que viene concurrirán a la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados.

En un comunicado, la UNATRA expresó su “más enérgico repudio a estas prácticas medievales de abusos incitados y reiterados” e instó al PIT-CNT a “convocar medidas concretas de rechazo absoluto a estos hechos”. El texto agrega que este tipo de sucesos “vienen reiterándose sistemáticamente y pisotean (...) los derechos conquistados por los trabajadores [y] la dignidad de los más humildes”.