La primera vez que se entregaron los prestigiosos premios Benois de la Danse, en 1992, el ganador en la categoría de bailarines fue Julio Bocca. En mayo, 27 años después, en el teatro Bolshoi de Moscú se dijo por primera vez el nombre de una bailarina uruguaya: María Noel Riccetto fue premiada en esa edición por su interpretación de Tatiana en Onegin, un ballet inspirado en el poema homónimo de Aleksandr Pushkin, que se estrenó en el Auditorio Nacional del SODRE en octubre del año pasado. Ahora, un mes después de que Bocca renunciara a la codirección artística del Ballet Nacional del SODRE (BNS), para pasar a desempeñarse como maestro residente, lo que lo ubicó en el organigrama “por encima de la dirección”, Riccetto, una de las primeras candidatas cuando se comenzó a pensar en su sucesión, lo relevará al frente del BNS. Tal como había sugerido el director renunciante, cuando aseguró a La Nación que “si María realmente quiere hacerlo, será genial, porque es su país, su compañía y puede seguir bailando aunque tome el cargo”. Hoy, la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, confirmó la noticia a la diaria, y comentó que hoy se había reunido con el Consejo directivo del SODRE (Hortensia Campanella, Doreen Ibarra y Élida Gencarelli) y mañana lo hará con la primera bailarina.