El sábado se llevó a cabo la tradicional entrega de los premios literarios Bartolomé Hidalgo, otorgados por la Cámara Uruguaya del Libro, con características especiales por los 40 años de la Feria Internacional del Libro de Montevideo.

En Narrativa, con un jurado integrado por Alicia Torres, José Gabriel Lagos y Carlos María Domínguez, ganó El hermano mayor, de Daniel Mella (Casa editorial Hum, comentado en http://ladiaria.com.uy/UP0); en Historia Nacional, Ana Ribeiro, Jaime Yaffé y José Rilla distinguieron a Punta del Este, el Edén Oriental 1907-1997, de Ivette Trochón (Fin de Siglo); y en Testimonios, Memorias y Biografías, el premio otorgado por Jaime Clara, Miguel Ángel Campodónico y László Eldéryi le correspondió a Real de Azúa. Una biografía intelectual, de Valentín Trujillo (Ediciones B). En Poesía, Gerardo Ciancio, Jorge Arbeleche y Débora Quiring galardonaron a Sesquicentenario, de Hebert Benítez (Antítesis, http://ladiaria.com.uy/UP1); en Relato Gráfico, Leo Lagos, Tunda Prada y Antonio Dabezies eligieron a Historietas reunidas de Jorge Varlotta, de este autor –más conocido últimamente como Mario Levrero– y Edgardo Lizán Lizasoain (Criatura Editora, http://ladiaria.com.uy/UP2); y en Literatura Infantil y Juvenil, Marta Ascano, Alfredo Soderguit y Dinorah López Soler le adjudicaron la estatuilla a La trapecista solitaria, de Helen Velando (Loqueleo-Santillana), mientras que en la subcategoría Libro Álbum, evaluada por el mismo jurado, triunfó Manual de belleza animal, de Virginia Brown y Valentina Echeverría (Alfaguara). El premio a la revelación de este año fue para Bernardo Wolloch por Jorge Batlle, el profeta liberal (Fin de Siglo), y el premio a la trayectoria, para la poeta Ida Vitale, a quien tuvimos el gusto de entrevistar hace poco. Ambos son otorgados por el directorio de la Cámara Uruguaya del Libro.

Dos premios especiales de esta edición aniversario plantearon problemas más difíciles que el de elegir el mejor libro del año en una categoría, pero recayeron en dos autores de notorios méritos. El primero de ellos, “del lector”, apuntaba a escoger, mediante voto del público a partir de una preselección de diez títulos realizada por diez críticos, nada menos que el mejor libro, en cualquier género, de un escritor uruguayo vivo. La elegida, con 35,1% de los votos (más del doble de los que recibió la segunda en preferencias), fue la novela Las arañas de Marte (2011, Hum, http://ladiaria.com.uy/UP4), del olimareño Gustavo Espinosa. Los otros títulos puestos a consideración de los votantes fueron (en orden alfabético) Derretimiento, de Daniel Mella (1998, Trilce); El tigre y la nieve, de Fernando Butazzoni (1986, Banda Oriental); La balada de Johnny Sosa, de Mario Delgado Aparaín (1987, Banda Oriental); La casa de papel, de Carlos María Domínguez (2002, Banda Oriental); La mejor de las fieras humanas, de Aldo Mazzucchelli (2010, Alfaguara); Las historias más tontas del mundo, de Hugo Fontana (2001, Alfaguara); No robarás las botas de los muertos, de Delgado Aparaín (2002, Alfaguara); Obra poética, de Circe Maia (2007, Rebeca Linke, ampliado en 2010); y Ojos de caballo, de Henry Trujillo (2004, Aguilar).

El otro premio especial, en cuya adjudicación participaron jurados de los premios Bartolomé Hidalgo de los últimos cinco años, buscó identificar el mejor libro uruguayo de las mismas cuatro décadas, y le correspondió al ya mencionado volumen recopilatorio Obra poética, que reúne nueve obras de Circe Maia y un diálogo de sus editoras con ella. Aprovechamos la ocasión para recomendar una entrevista con la poeta, nacida en Montevideo pero tacuaremboense de hecho desde hace muchos años, realizada en ocasión de la edición del libro premiado, y otra que le hicimos hace un par de años, cuando recibió el Gran Premio Nacional a la Labor Intelectual.