Peppa, de la ilustradora Silvana Rando, es un libro acerca de una niña de pelo muy crespo y duro que decide alisárselo, y enfrenta por ese motivo una serie de problemas. Se editó en 2009 y se habían vendido más de 37.000 ejemplares en Brasil cuando fue considerado “extremadamente racista” por la activista y youtuber Ana Paula Xongani en abril del año pasado, en un video muy difundido. Tras una larga y áspera discusión en internet, Rando y la editorial Brinque-Book acordaron retirar de circulación la obra a comienzos de este mes. “Percibí que habían pasado a existir dos libros: el que yo creé, con un mensaje de aceptación de las diferencias, y el de la interpretación de Ana Paula –explicó la ilustradora–. No quería que los niños resultaran heridos a causa de la mediación de una lectura torcida”.
A su vez, el libro Mientras el sueño no viene, de José Mauro Brant y publicado por la editorial Rocco en 2003, reúne cuentos populares tradicionales, y había sido seleccionado por el gobierno federal en 2014, durante la presidencia de Dilma Rousseff, para su uso en las escuelas públicas, pero en junio de este año el Ministerio de Educación decidió retirar de esas instituciones los 93.000 ejemplares adquiridos por el Estado, alegando que la “protección de los niños” requería evitar que tuvieran “acceso a una literatura inadecuada para su franja etaria”. El motivo fue que el libro incluye “La triste historia de Eredagalda”, un antiguo relato, de origen medieval según especialistas, en el que un hombre le propone matrimonio a su hija, menor de edad, y ella se niega. Brant, lejos de aceptar esa medida, se propone editar el año que viene un libro titulado Ellas dijeron no, que reunirá varias versiones de la historia de Eredagalda y textos académicos acerca de la decisión del gobierno encabezado por Michel Temer.