El sector frenteamplista Banderas de Liber emitió una declaración ayer en la que deja entrever que no apoyará una candidatura de José Mujica o Danilo Astori para las elecciones de 2019.

“Nadie discute abiertamente la necesidad de renovar las caras del Frente Amplio; es un proceso natural. Pero ninguna cara nueva puede crecer porque los viejos juegan a la mosqueta con la posibilidad de presentarse, como para ahogar toda irrupción de algo nuevo. O, quizá, para controlar el recambio para asegurarse de que todo quede como está”, dice la declaración del sector, que sostiene que si bien “la renovación no se limita a las caras visibles”, esta tampoco es “pensable sin ellas”.

“¿Acaso no sería bueno que se presentara un octogenario, si parece que junta votos y quizá asegure un triunfo electoral? No. Primero, porque no asegura nada. Pero sobre todo, porque el objetivo no es que gane la organización, sino que gane el país”, sigue el texto.

“¿Y, acaso son más importantes las ideas que la edad? Hay dos razones fundamentales para estar con la renovación de las personas. La primera es que la primera etapa del programa de transformaciones con el que el Frente Amplio ascendió al gobierno en 2005 ya fue cumplida en lo fundamental. Hay cosas que se hicieron mal, cosas que no se terminaron y cosas puntuales que ni siquiera se empezaron. Pero es claro que se precisa un nuevo impulso para el desarrollo”, sostiene el sector.

Además, Banderas de Líber asegura que “entramos en la llamada Cuarta Revolución Industrial, que no solo modificará ciertos oficios, sino que está provocando disrupciones tecnológicas, económicas, sociales, políticas y culturales que invalidan nuestras formas tradicionales de tomar decisiones. No se trata de ser coherentes con el detalle de lo que dijimos décadas atrás. La coherencia solo tiene sentido confrontada a cada realidad. El primer paso de la renovación consiste en ubicarnos en la realidad”. En ese aspecto, “la camada de veteranos que desde posiciones de primera línea o de retaguardia hicieron posible la mejor época de nuestro país, estos años, formó su concepción del mundo en los años 60. Tiende a ver los problemas a raíz de las contradicciones y categorías de esa época. Con el mayor de los respetos, no está -no estamos algunos de nosotros- capacitados para más que una comprensión superficial de los cambios que estamos viviendo, del mundo de hoy”.

Banderas de Liber advierte, no obstante, que “no cualquier renovación es la que sirve”: “Precisamos dirigentes con probadas calificaciones morales”. “Entre ellas ya no es obvio incluir la honestidad y hay que dejarlo por escrito. Pero también con el carácter suficiente para dar vuelta el tablero. Los liderazgos no se heredan por cooptación”.