La poderosa empresa Disney decidió castigar al también poderoso diario estadounidense Los Angeles Times (LAT, segundo en ventas entre los basados en ciudades después de The New York Times, y el tercero de su país en lectores) por la publicación de un artículo que afectaba su imagen, y tras una breve pero intensa batalla, en la que participaron otras corporaciones, se vio forzada a dar marcha atrás ayer. No es poca cosa en los tiempos que corren.

El 24 de setiembre, el diario publicó un artículo acerca de conflictos creados en la ciudad de Anaheim, 40 kilómetros al sureste de Los Ángeles, por la presencia, desde hace 20 años, de uno de los parques temáticos de la compañía. Allí el periodista Daniel Miller señalaba por ejemplo que, pese a que Disney obtiene más de 35 millones de dólares anuales sólo por el uso de la mitad del estacionamiento, la ciudad, que gastó más de 102 millones de dólares para construir ese estacionamiento, recibe apenas un dólar anual por su uso. Y afirmaba que la compañía del ratón Mickey se había salido reiteradamente con la suya combinando contribuciones a las campañas de los políticos locales con amenazas de trasladar el parque de entretenimientos a otra parte.

El 3 de este mes, el LAT informó a sus lectores que Disney había decidido no invitar a los periodistas de ese medio a las funciones previas para prensa de las películas que estrenará en Navidad, como respuesta a lo que consideraba “una cobertura injusta” de la situación en Anaheim. La compañía respondió con un comunicado en el que afirmaba que el diario había mostrado un total “menosprecio por los estándares básicos del periodismo” al difundir con intenciones políticas un reportaje “tendencioso e inexacto”. A su vez, Washington Post, The New York Times y otros medios hicieron saber que sus periodistas no asistirían a las funciones de prensa de Disney mientras se mantuviera la exclusión de sus colegas de Los Ángeles, y cuatro grandes asociaciones de críticos de cine estadounidenses anunciaron que, ante la conducta contraria a la ética y la libertad de prensa por parte de Disney, no tendrían en cuenta a las producciones de esa empresa a la hora de otorgar sus premios anuales, al tiempo que la Asociación de Críticos de Televisión también condenó la “sanción contra los periodistas por hacer su trabajo”.

Mientras los medios de prensa vaticinaban que, si Disney no rectificaba su decisión, podría pagar también el alto precio de quedar fuera de la selección para los premios Globo de Oro e incluso para los Oscar (cuya entrega es transmitida por la cadena ABC, propiedad de Disney), ayer la compañía anunció que, tras “productivas discusiones” con las autoridades del LAT, había acordado con ellas “restaurar el acceso de sus críticos de cine” a los preestrenos.