El talentoso escritor y periodista argentino Rodrigo Fresán obtuvo el lunes el premio francés Roger Caillois en la categoría de literatura latinoamericana. Este galardón que reconoció su trayectoria literaria se entrega cada año desde 1991, y con él se ha distinguido a referentes como los argentinos Adolfo Bioy Casares, Ricardo Piglia y César Aira, o al chileno Roberto Bolaño.

Fresán, nacido en Buenos Aires en 1963, vive en Barcelona desde 1999, escribe semanalmente una contratapa del diario Página/12, ha prologado y traducido obras de autores estadounidenses como John Cheever, Denis Johnson y Carson McCullers, publica textos de crítica literaria en sitios como el de la revista virtual Letras libres y, con los años, se ha convertido en una de las voces más destacadas de su generación. Se inició en 1991 con el libro de cuentos Historia argentina, que por su hibridación de estéticas fue definido como una obra de “erudición pop”, a la vez que experimentó otros caminos dentro de las habituales formas del género; y en su lograda novela Jardines de Kensington (2003), que cruza con total naturalidad una Londres victoriana con su versión de los años 60, la biografía del escritor británico JM Barrie y la banda The Kinks, fue traducida a una quincena de idiomas y elogiada por el célebre escritor neoyorquino Jonathan Lethem. Luego de una serie de otras publicaciones llegó su obra más emblemática, el voluminoso libro de cuentos La velocidad de las cosas (1998), y en 2014 inició una gigantesca trilogía –que se supone que cerrará en 2019–, en la que expone su visión sobre la figura del escritor y la literatura, aunque él considera que trata sobre el tema más “transgresor y perturbador del momento”: leer y escribir. La primera entrega fue La parte inventada, y este año avanzó con La parte recordada, que abarca desde la familia inglesa Brontë hasta las canciones de The Beatles, además de fantasías planteadas por escritores como Vladimir Nabokov, Henry James o Bob Dylan, y en la cual, según ha dicho, propone una versión “bastarda y bizarra” de sí mismo.