El Poder Ejecutivo anunció el miércoles un aumento en las tarifas de OSE y Antel (6,5%), UTE (3,2%), la nafta (9,8%) y el gasoil (4,8%). Salvo en el caso de los combustibles, los aumentos están alineados o por debajo de la inflación proyectada por el equipo económico, que es de 6,5%. Las principales cámaras empresariales se quejaron de la medida y aseguraron que es “un golpe” para el sector productivo. “Hay que entender que la gente pobre está acostumbrada a este tipo de cosas, y en el fondo no los afecta tanto, porque no producen nada. A lo sumo, unas empanadas, que pueden hacerse con carne más barata. Pero a nosotros, que estamos en el negocio de producir dinero, esto nos afecta muchísimo. ¿De qué país productivo nos hablan si no se puede producir dinero?”, declaró un jerarca de la Asociación Rural del Uruguay.

Desde la oposición también criticaron fuertemente la suba en las tarifas y hablaron de “ajuste fiscal”. Según un diputado nacionalista, “esta medida está claramente dirigida a perjudicarnos. El ajuste fiscal nos quita la posibilidad de hacer el nuestro si ganamos las elecciones”. Otro legislador nacionalista coincidió con este diagnóstico y agregó: “La verdad es que no tenemos mucha idea de qué podemos hacer si llegamos al gobierno, más allá de bajar el gasto, subir los impuestos y renombrar alguna calle, y ellos lo saben. Yo creo que al adoptar esta estrategia demuestran que están convencidos de que van a perder”. El líder del Partido de la Gente, Edgardo Novick, calificó el aumento de tarifas como “escandaloso” y argumentó que “si uno toma en cuenta el IVA, el IRPF, la Contribución Inmobiliaria, las tarifas con el nuevo valor y el impuesto a las bolsas, el gobierno se está quedando con 130% de lo que ganan los uruguayos. Después se sorprenden porque la gente se endeuda. ¿Y qué quieren? Es la única manera que tiene la gente de pagarle al gobierno, porque el sueldo claramente no le alcanza. Y no lo digo yo, lo dicen los cálculos del contador que contratamos mediante una consultora”.