Una muy citada frase -que se atribuye en forma indistinta a Paul Kantner o a Grace Slick, ambos de la banda de rock psicodélico Jefferson Airplane- dice: “Si recordás los años 60, entonces no estuviste allí”. Sería difícil discutir que Mick Jagger tuvo un rol cultural esencial en esa década, pero al parecer tampoco recuerda mucho al respecto, o más bien se olvidó de cuando, en los 80, intentó recordar los 60. Algo así, o un desbarajuste similar, parece haber sucedido, porque según una nota del diario inglés The Times, el cantante habría escrito una autobiografía a principios de la década de los 80, pero no tiene el menor registro de haberlo hecho.
John Keen, editor de la bibliografía oficial de The Rolling Stones, obtuvo en 2014 un texto de 75.000 palabras escrito en forma secreta por Jagger en su hiperactivo período de hace más de tres décadas, cuando llevaba adelante, en forma simultánea, su rol de frontman de la banda, su carrera solista y su faceta de actor. Keen le entregó el libro a Jagger para que lo revisara y escribiera un prólogo, pero tras haber aceptado en un principio, Jagger parece haber abandonado el proyecto, ya que no recuerda haber escrito dicho texto.
De cualquier forma, y aunque sostiene que difícilmente la autobiografía vaya a ver la luz próximamente, Keen le filtró al diario algunos fragmentos en los que se narra cómo Jagger se compró una propiedad rural y un caballo cuando estaba totalmente colocado de ácido, y otras frases en las que expresa su disgusto por ver noche tras noche el “huesudo trasero de mono” de su compañero Keith Richards, un segmento quizá elegido como revancha de la autobiografía de Richards, en la que describía con cierta crueldad otra parte de la anatomía del vocalista.