El senador Pedro Bordaberry continúa interpelando al ministro de Defensa Nacional, Jorge Menéndez, a raíz de la compra de un avión por parte de la cartera que, según informó el gobierno, será utilizado para múltiples propósitos.

Bordaberry criticó la compra de un “avión presidencial” a “un amigo, al triple de precio y con cláusulas claramente destinadas a favorecer esa compra”. Aseguró que el gobierno “cambió” a uno de los magistrados del Tribunal de Cuentas para obtener un fallo favorable y poder continuar con la compra, que había sido observada por ese órgano en ocasiones anteriores.

A su turno, el ministro subrayó que el avión no será “presidencial” sino “multipropósito” y aseguró que Tabaré Vázquez seguirá viajando en líneas comerciales. “Resulta frívolo sostener que la adquisición de un avión multipropósito es un capricho del presidente de la República; nada más lejos de la verdad”, aseguró. Agregó que se utilizará para traslados sanitarios tanto por el sector público como por el privado y también podrá participar en tareas de búsqueda y salvamento. El ministro mencionó una serie de estudios que se han realizado sobre distintos aviones desde antes del año 2000 y dijo que estos antecedentes demuestran “que las compras que realiza la Fuerza Aérea no son antojadizas ni aisladas, sino que se dan en un contexto de permanente modernización de su flota”.

“Es irresponsable calificar de digitado o direccionado el proceso licitatorio”, aseguró Menéndez, y desafió a Bordaberry a recurrir a la Justicia si tiene “elementos probatorios de presunción de delito”.

Luego de un breve cuarto intermedio, Bordaberry respondió al ministro reiterando que “la compra es ilegal” y que la licitación se formuló para beneficiar a la empresa Floridian SA, propiedad de Carlos Bustin, a quien describió como “amigo del principal asesor del presidente”. “En esta licitación se formularon especificaciones, se incluyeron cláusulas, cuyo cumplimiento solo era factible para determinada persona o entidad”, aseguró, antes de enumerar una serie de “cláusulas ilegales” incluidas en el pliego licitatorio. Entre otras, mencionó la ventaja que se otorgaba al avión que contara con el certificado de navegabilidad de la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica. “El Ministerio de Defensa sabía que un solo avión en el mundo tenía vigente ese certificado”, aseguró el senador.