Desde la comedia romántica ¿Cómo saber si es amor? (2010), un gran fracaso de taquilla del productor y coguionista de Los Simpson James L Brooks, Jack Nicholson no había vuelto a rodar una película, y se pensaba que no volvería a hacerlo, debido a problemas de memoria que le impedían retener sus parlamentos. Sin embargo, el protagonista de Mi vida es mi vida (1970), Chinatown (1974), Atrapado sin salida (1975), El resplandor (1980), El honor de los Prizzi (1985), Mejor imposible (1997) y Las confesiones del Sr Schmidt (2002) regresará al cine con 80 años, en una nueva versión de la tragicomedia alemana Toni Erdmann, dirigida por Maren Ade y ganadora de los principales premios de Cannes, la Berlinale y la crítica estadounidense, además de haber sido nominada al Oscar. Es la historia del reencuentro entre un padre y su hija y reflexiona, con humor, sobre las relaciones humanas: la hija trabaja como consultora en una importante empresa alemana con sede en Bucarest, y lleva una vida supuestamente ordenada, hasta que su padre llega de sorpresa y le pregunta “¿Sos feliz?”.
Según se sabe, con el argumento de que gran parte del público estadounidense es muy reacio a ver películas extranjeras, y sin intención de arriesgarse a cambiarlo, Hollywood tiene la costumbre de volver a filmar producciones recientes de otros países, aunque sean flamantes como Toni Erdmann, que se estrenó en Cannes el año pasado. Según la revista Variety, el estudio Paramount compró los derechos del film alemán, y Nicholson -que al parecer impulsó la remake, entusiasmado con el original- tendrá el papel protagónico. Lo que se aparta de la tradición hollywoodense es que Ade será productora ejecutiva, junto a los alemanes Jonas Dornbach y Janine Jackowski. Todavía no está definido o no se ha informado a quiénes corresponderán las responsabilidades de la dirección y el guion.