A última hora del miércoles falleció un actor al que quizá muy pocos recuerden, pero que, desde sus roles secundarios, hizo mella en varias producciones del director Quentin Tarantino: el estadounidense Michael Parks, que trabajó en películas como Kill Bill I y II (2003-2004) -en la primera como Earl McGraw y en la segunda como el delincuente Esteban Vihao-, Django desencadenado (2012) y Grindhouse (2007, codirigida con Robert Rodríguez), y en series de televisión como la legendaria Twin Peaks (1990-1991), de David Lynch, en la que encarnó al dealer Jean Renault.

Parks nació en la ciudad californiana de Corona y comenzó su carrera en la televisión, con papeles en series como Then Came Bronson, en la que interpretó a uno de los pocos motoqueros hipones y contraculturales de la televisión. Su primera aparición en la pantalla grande fue en 1966, en la película La Biblia, de John Huston (en la que interpretaba a Adán) y, con el transcurso de los años, su trayectoria estuvo marcada por roles esporádicos y discretos, hasta que en los 90 -como se encargaron de recordarlo varios medios, con las mismas palabras quizá tomadas de la misma fuente original-, directores como Robert Rodríguez, Tarantino y Kevin Smith “lo rescataron para el público en general”. De hecho, su pequeño papel en Texas Ranger, la serie protagonizada por Chuck Norris, fue lo que motivó a Tarantino para convertirlo en un actor diverso, que se sumó al elenco de Del crepúsculo al amanecer (1996, dirigida por Rodríguez y guionada por Tarantino) y Planet Terror (2007, también de Rodríguez), además de las citadas al comienzo.

Por su parte, Kevin Smith, recordado por sus hitos en el terreno del cine independiente, como Clerks (1994) y Dogma (1999), lo incluyó en su policial y thriller político La secta (2011), cuando Parks ya era considerado por algunos un actor de culto.