Gerardo Romano vuelve a Montevideo con Un judío común y corriente (de Charles Lewinsky y con dirección de Manuel González Gil), desde hoy hasta el domingo, a las 21.00, en la sala Nelly Goitiño. El protagonista plantea la situación que viven los judíos fuera de Israel, y reflexiona en torno a las tradiciones y religiones, el antisemitismo y el conflicto entre Israel y Palestina. Entrevistado por la diaria, Romano contó que la puesta implicó un gran desafío para él, y que lo que más lo movilizó fue su significación social e histórica.