Al comienzo de la interpelación, el canciller, Rodolfo Nin Novoa, dijo que fue “sorprendido” por el pedido de que compareciera ante el Parlamento porque la cancillería ha convocado a los partidos a “discutir asuntos de política exterior”. “De pronto una mañana el titular de un diario nos informó que un diputado había decidido interpelar”, agregó, y contó que, en 2015, el senador Pedro Bordaberry lo llamó por teléfono para avisarle que iba a interpelarlo. “Me parece una buena manera de cultivar las relaciones”, añadió.
El canciller señaló que no toda la política exterior de Uruguay refiere a Venezuela y que ni siquiera es el tema número 1 día a día. “Queremos y respetamos a Venezuela (...) por eso nos duele” la situación actual,agregó.
Nin también se refirió a las diferencias que han existido entre el gobierno y el Frente Amplio (FA). En este sentido, indicó que “no siempre un gobierno coincide con un partido político (...) entre otras cosas porque las responsabilidades son diferentes” y agregó que la discrepancia “es natural”, más en las coaliciones como el FA.
El canciller reconoció que tanto él como el presidente, Tabaré Vázquez, decidieron “olvidar” alguna ofensa del gobierno de Nicolás Maduro “y dejar de lado alguna insatisfacción” para “ayudar” a Venezuela
Además, Nin destacó que la situación de Venezuela ha sido tratada en distintas organizaciones regionales y que Uruguay se ha posicionado “a favor de no echarle más leña al fuego”. “Uruguay está comprometido con la solución pacífica”, agregó, en línea con “su rica historia diplomática, siempre apostando al diálogo y a velar por al protección de los derechos humanos”. Añadió que Uruguay rechaza “todo intento de intervención en los asuntos internos de otros Estados” y que “la historia demostró que cuando se aísla a un país no se consiguen los resultados esperados”.