El presidente de Brasil, Michel Temer, se reunió esta mañana con varios senadores aliados a los que les dijo que es “víctima de una conspiración”. El mandatario afirmó varias veces que está “firme” en el cargo y agregó: “¡No voy a caer!”. Los senadores que estuvieron en la reunión también dijeron que Temer está evaluando si pronunciarse sobre su situación en una cadena de radio y televisión.

En la sesión de esta mañana, varios diputados pidieron la renuncia del presidente, quien en una conversación filtrada anoche por la cadena O Globo aparece avalando sobornos al ex presidente de Diputados Eduardo Cunha para que no diga lo que sabe sobre la corrupción en Brasil.

Los partidos políticos todavía no mantuvieron reuniones para valorar la situación actual y adoptar una posición común. Sin embargo, diputados y senadores de la mayoría de los partidos que apoyan al gobierno de Temer en el Congreso consideraron muy difícil que su respaldo se mantenga. La pérdida de este apoyo sería clave para la aprobación del pedido de juicio político presentado anoche por Rede Sustentabilidade.

En paralelo, la crisis política afectó la economía brasileña con una caída de la bolsa que superó el 10%, lo que forzó a una suspensión de actividades durante media hora, algo que no sucedía desde 2008. También el mercado de cambio se vio afectado por el escándalo: el real abrió con una depreciación de 6,89% frente al dólar.