Más de 30 años después de que Tom Cruise surcara los aires como el piloto Pete Maverick Mitchell, lanzando su carrera como actor a la estratósfera, al parecer Top Gun (Tony Scott, 1986) tendrá una de las secuelas más demoradas de todos los tiempos. Clásico del belicismo de los años 80, aquella película contaba la historia de algunos pilotos navales de los entonces modernísimos aviones F-14A Tomcat, sus romances y sus luchas aéreas. Descaradamente patriotera y bastante primitiva en su guion, pero con excelentes escenas de combate y una de las bandas de sonido más exitosas de todos los tiempos (del disco se vendieron nueve millones de copias -en aquella época se vendían discos-), apoyada en la canción de Giorgio Moroder “Take My Breath Away” (interpretada por el efímero dúo Berlin), Top Gun se convirtió en uno de los films emblemáticos de su década, y no sólo produjo un destacado fenómeno de taquilla, sino también un aluvión de reclutamientos de aspirantes a aviadores de la Armada estadounidense (a la que los productores le pidieron asesoramiento para el guion y que sugirió, con éxito, que se modificaran algunas escenas, además de facilitar, entre otras cosas, el uso de aeronaves, la instalación de cámaras en ellas para las escenas aéreas y la filmación en un portaaviones).

Sin embargo, extrañamente, no se produjo una secuela -aunque sí decenas de imitaciones-, y aunque se habían corrido algunos rumores al respecto a principios de esta década, se consideraba algo muy difícil luego del suicidio del director Scott en 2012. Pero en una entrevista para la televisión británica, a principios de esta semana, Tom Cruise tiró la bomba de que finalmente se emprendería la filmación de la continuación de Top Gun el año que viene, y aseguró que “está ocurriendo”.

La noticia fue tomada con cautela por los medios, ya que Cruise no suele ser la más confiable de las fuentes, pero ayer la revista Variety confirmó que no sólo era un rumor con fundamento, sino que además ya se habría elegido al encargado de dirigir la película, que sería Joseph Kosinki, quien trabajó con Cruise en el film de ciencia ficción Oblivion (2013). Esta no fue realmente una obra muy memorable, pero de cualquier forma recaudó más de 280 millones de dólares, y eso ha posicionado a Kosinki -quien además cuenta con el favor de Cruise, uno de los productores-, como favorito para dirigir esta continuación.

Top Gun fue vista por 50 millones de espectadores tan sólo en Estados Unidos y recaudó más de 350 millones de dólares, contra una inversión de apenas 15 millones, por lo cual el misterio es, más que sobre qué va a tratar Top Gun 2, por qué no la hicieron hace 30 años.