El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, despidió sorpresivamente, ayer a última hora, al director del FBI, James Comey.

Comey lideraba una investigación sobre los posibles lazos de la campaña de Trump con Rusia durante las elecciones de 2016.

“El FBI es una de nuestras instituciones más estimadas y respetadas de nuestra nación, y hoy [ayer] marca un nuevo comienzo para nuestra joya de la corona de las fuerzas del orden”, afirmó Trump en una nota oficial que fue leída por su portavoz, Sean Spicer, según recoge la agencia de noticias Efe.

Spicer sostuvo que Trump “actuó basándose en las recomendaciones claras del vicefiscal general, Rod Rosenstein, y el fiscal general, Jeff Sessions”. La búsqueda del nuevo director del FBI, aseguró, empezará “inmediatamente”.

“Aunque aprecio enormemente que usted me informara, en tres ocasiones distintas, de que no estoy bajo investigación, aun así estoy de acuerdo con la conclusión del Departamento de Justicia de que usted no es capaz de liderar eficazmente el Buró”, le dijo Trump a Comey.

El propio Rosenstein aclaró, según Efe, que Comey perdió su empleo por violar los principios del Departamento de Justicia tras hablar públicamente sobre la investigación del manejo del correo electrónico por parte de Hillary Clinton, cuando esta era secretaria de Estado, entre 2009 y 2013.

El vicefiscal general se refería a la rueda de prensa que Comey brindó el 5 de julio de 2016 para anunciar que Clinton no sería imputada por usar servidores de correo electrónico privados para asuntos oficiales en su mandato como secretaria de Estado. “La reputación y credibilidad del FBI han sufrido un daño sustancial, y esto ha afectado a todo el Departamento de Justicia”, escribió Rosenstein en un memorando.

El anuncio del despido se dio tras conocerse hoy que Comey dio la semana pasada, bajo juramento ante el Congreso, datos erróneos sobre la investigación de los correos de Clinton que reabrió en octubre pasado, a pocos días de las elecciones.

El día antes de la comparecencia de Comey, Trump escribió en Twitter que el director del FBI era “lo mejor que le había ocurrido a Hillary Clinton porque le dio un pase gratis por tantas malas acciones”.

Hoy Trump sostuvo que incluso los demócratas habían perdido la confianza en Comey. “¡Los demócratas han dicho algunas de las peores cosas sobre James Comey, incluyendo que debería ser despedido, pero ahora juegan a estar tristes!”, escribió el mandatario en la red social Twitter.

“¡Cuando las cosas se calmen, me lo agradecerán!”, agregó.