El jefe de gabinete argentino, Marcos Peña, opinó que se debe “discutir” el sistema electoral argentino y puso en duda la necesidad de que se mantengan las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO). El sistema de primarias fue creado en 2010 por el gobierno de Cristina Fernández con el objetivo de democratizar las decisiones de los partidos políticos, algo que sucede en otros partidos de la región y que la ciudadanía exige en otras zonas, como Europa. Sin embargo, Peña aseguró que las PASO son “un experimento único en el planeta” que se “impuso” en Argentina.

Un funcionario cercano a Peña dijo al diario argentino La Nación que el gobierno de Mauricio Macri no se propone derogar las PASO “ahora”, porque “no se puede”. La intención es “discutir su rol” durante la actual campaña para las elecciones legislativas de octubre con el objetivo de “derogarlas para las próximas elecciones”. Como argumento, se señala que son muy costosas; la inversión pública en la realización de las PASO para las legislativas, que serán en agosto, está estimado en unos 170 millones de dólares.

En su conferencia de esta mañana, Peña aseguró que las PASO tienen “enormes problemas” y extienden “mucho más la discusión electoral”. Además, sostuvo que las actividades propias de la campaña para las primarias -“las recorridas, las caminatas, los timbreos-, ya son realizadas por el oficialismo de forma sistemática “como una forma de gobernar”.

La candidatura del propio Macri en las elecciones de 2015 fue gracias a las PASO, en ese caso disputadas con Ernesto Sanz y Elisa Carrió.