La empresa cárnica brasileña JBS, implicada en el escándalo de corrupción que involucra al presidente de este país, Michel Temer, decidió vender sus operaciones de carne bovina en Argentina, Paraguay y Uruguay, lo que supondrá el traspaso del frigorífico Canelones a la firma también brasileña Minerva.

El acuerdo entre ambos grupos supone una transferencia de un total de 300 millones de dólares en principio, según un comunicado que hicieron ambas compañías a la bolsa de valores de San Pablo.

Los propietarios de JBS habían confesado, en el marco de un acuerdo de colaboración con la Justicia brasileña, que pagaron sobornos por casi 200 millones de dólares a más de 1.800 políticos brasileños, entre ellos a Temer y al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, y le entregaron una grabación a la Fiscalía que evidencia que el actual mandatario de este país estaba al tanto de la situación.

Según consigna la agencia de noticias Efe, ambas empresas aclararon que la negociación actual estará condicionada a la aprobación de los organismos reguladores en los cuatro países.