La Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Estados Unidos decidió hoy aceptar a trámite el veto migratorio del presidente estadounidense, Donald Trump, lo que implica que estudiarán su legalidad en el próximo período judicial, que se extiende de octubre de 2017 a junio de 2018. Como parte de esta admisión, la CSJ resolvió levantar las decisiones judiciales anteriores que prohibían la entrada en vigor del veto, por lo que este empezó a aplicarse formalmente.

El veto del Ejecutivo prohíbe el ingreso a Estados Unidos de ciudadanos de seis países de mayoría musulmana, incluidos los refugiados (Irán, Somalia, Sudán, Siria, Yemen y Libia). El veto implica que se suspenderán por 120 días los programas de refugiados para las personas de esos países y que durante 90 días no se concederán visas a sus ciudadanos.

La CSJ aceptó que el veto entre en vigor pero con una restricción: no podrá aplicarse sobre quienes ya tienen un vínculo directo con Estados Unidos, sea familiar o laboral. Esta restricción es relativa, ya que es el Ejecutivo el que deberá definir caso a caso, tomándose el tiempo que considere necesario para hacerlo.

El presidente celebró la decisión en un comunicado: “La decisión unánime de la CSJ es una clara victoria de nuestra seguridad nacional”, aseguró. “Como presidente no puedo autorizar la entrada a nuestro país de quienes nos quieren hacer daño. Mi tarea como comandante en jefe es mantener al pueblo americano a salvo”, agregó.