El presidente de la Junta de Transparencia y Ética Pública, Ricardo Gil Iribarne, dio a entender que si se comprueba que el vicepresidente Raúl Sendic utilizó la tarjeta corporativa de ANCAP para gastos personales sin haber devuelto los importes, la situación sería “claramente irregular” y “ameritaría el pasaje a la Justicia”.

“La eventualidad de que un funcionario público use en beneficio personal fondos del Estado claramente es irregular y ameritaría el pasaje a la Justicia. Eso sin duda. Y además adelanto que eso no es abuso de funciones, es otro delito. Si surgen elementos que muestren que se usaron fondos del Estado para fines personales, hay una irregularidad y habría que informarle a la Justicia”, dijo Gil Iribarne en una entrevista a _Búsqueda, tras ser consultado al respecto.

El jerarca explicó que cuando tomó estado público el hecho, se decidió acceder a la información “directa de ANCAP” por un tema de “transparencia”. “Cuando se generan dudas —y en este caso se generan— sobre el manejo que hacen funcionarios públicos, lo que hay que hacer es tratar de aclarar qué fue lo que pasó. La decisión fue preguntarle a ANCAP cuál es el manejo que se hace de las tarjetas corporativas, en el sentido de si está previsto que se use para gastos institucionales y si está previsto que se use para gastos personales. Y en esa eventualidad de que se use para gastos personales, conocer si hay un control y un pedido de reintegro al funcionario involucrado”.

Según dijo, si de la información surgen “elementos que efectivamente hablen de la eventualidad de la comisión de algún delito”, el caso será llevado a la Justicia.

Si bien el propio Sendic dijo ayer que el senador nacionalista Luis Alberto Heber gastó 220.000 dólares en sus viajes como parlamentario en los últimos años, Gil Iribarne sostuvo que la situación “no es comparable”: “Alguna vez, en esta y otras funciones públicas, reintegré viáticos, pero en realidad es algo que no es obligatorio. Si queremos ajustar eso, lo que hay que cambiar es la normativa, pero no me parece que hoy se viole ninguna norma. ¿Me parecerá bien o mal? ¿En un momento de austeridad es un buen mensaje? Puede ser, pero creo que ahí no hay que confundir”.